Hugo Rafael Suriel Suazo nació en Santo Domingo, el 27 de marzo de 1979. Escribir una biografía, una hoja de vida o buscar cualquier pretexto para encontrar datos llamados fidedignos sobre HRSURIEL es una empresa destinada al fracaso. El mismo artista se niega a constituir un cuerpo de informaciones sobre su vida y obra o vida-obra. Lo que podría ser una autobiografía al óleo publicitario, sería el pretexto para una búsqueda de sus hechos o prácticas artísticas orientadas hacia una ontología del sujeto-artista asumida desde el arte. Sin embargo, es en La estancia de lata donde encontramos los signos, imágenes, objetos, orientaciones y espaciamientos percepto-sensoriales de lo que es su universo prohibido, un tanto oculto como tendencia cruzada, laberíntica, y donde podríamos encontrar los auténticos valores de su obra.
En La estancia de lata
Al entrar a dicho espacio de La estancia de lata, nos encontramos en un universo poético-visual diseñado en el marco de una visión utópica, suprematista y biotemporal en cuya inscripción podemos ver la edad de la rebelión estético-visual, pero también el tiempo de una irracionalidad vivida como señal de protesta contra lo real.
Profesión formal
HRSURIEL no ha querido hacer una profesión formal, ni adquirir títulos académicos, ni aceptar grados ni niveles de una academia acomodada a vicios propios del arribismo tradicional orientado a la competencia. Por eso abandonó la carrera de Arquitectura, de Medicina y otros estudios formales.
Su mundo particular
Al decidir inventar su mundo particular, su fragmentado y a la vez coherenciado universo constituido por entidades míticas provenientes de una era postatómica y postapocalíptica; el artista ha entendido que todos los comienzos y finales son hermanos gemelos. Fuerzas orientadas a comprender o incomprender la contradicción humana, existencial y social materializan sus estados distintivos y sus contraórdenes decididamente involutivos. De ahí la importancia, en este momento, de la contrabiografía, amparada en una hoja de vida incompleta, inútil, provocadora, alejada de lo que pide el stablismenth cultural y educativo de nuestros tiempos, donde lo que se paga es la capacidad de simulación a favor de lo establecido.
Presente, pasado y futuro
El acto mismo de construir una vía negativa del pasado, el presente y el futuro, responde a confirmar una travesía vital, absurda e incongruente, lo que podemos observar, no sin cierto desconsuelo, en la obra abierta de HRSURIEL. Siglas, eventos, signos, íconos, catástrofes, virtuemas, culturemas integrados y otros cauces constructivos, instruidos por conexiones cósmicas y bio-geo-sensibles, constituyen el proceso visional de un territorio aural, medial, tecnosensible y trans-real asumido como parte de un trasiego genético-ficcional marcado por la otredad y la alteridad.
Movilidad tensiva
Precipitadas las estructuras y funcionamientos cosmosensibles y perceptivos, se registra una movilidad tensiva y hasta confesional, reconocida por sus niveles de comprensión y actuación en un mundo desagregado y supuesto a todas las acciones territoriales del conocimiento y las diversas prácticas de articulación y desarticulación de la psique y el soma, ambos poseídos por una cardinal escópica, heterotópica y construccional de sentido y temporalidad.
Sus propósitos, líneas y claves bioartísticas:
“Destiné todo mi impulso y argumento a un globo impregnado de nuevos planteamientos concernientes al diseño y la arquitectura, justamente cuando vi los beneficios de estos aciertos; comprendí que no estaban completos sin incursionar en el cosmos de las artes. Cuando decidí abandonar la arquitectura de manera temporal, porque ya era tedioso e inapetente diseñar y lograr materializar algún resultado, emprendí un trayecto más directo para crear el sendero desconocido e infinito de las artes visuales, enfocado en la pintura, el collage, los ensamblajes y la escultura”. (Ver, La estancia de lata, Santo Domingo, 2015).
Una confesión
La verdadera hoja de vida del artista la encontramos en la siguiente confesión:
“El poder del arte es deslumbrante y curioso; he aprendido a sumergirme en un mundo de creación pura, derribando las trabas que me impedían avanzar. He conocido la fuerza de la abstracción por medio de la soledad y la búsqueda continua, encontrando conceptos maravillosos y reales articulados por hechos cotidianos como una taza de café, una conversación o un cigarrillo… Estos elementos cotidianos me han permitido incursionar en cosas que sólo están en mi mente para luego plasmarlas y que sean vistas por todos…” (Op. cit. Ibídem). De ahí el desprendimiento, la poderosa maquinaria creada por este artista dominicano que se abre a la creación como tal, decidido a crear un universo de signos, objetos y claves para entender lo que es y no es la realidad en sus versiones, destrucciones, conjunciones y narraciones.
Visión
Destiné todo mi impulso y argumento a un globo impregnado de nuevos planteamientos concernientes al diseño y la arquitectura”.
El poder del arte
Es deslumbrante y curioso; he aprendido a sumergirme en un mundo de creación pura, derribando las trabas que me impedían avanzar”.
