Los beneficios de la terapia de sueño o electroconvulsiva

La terapia electroconvulsiva (TEC) o terapia de sueño es un tratamiento que, por lo general,  resulta efectivo y seguro en pacientes que padecen depresión severa, esquizofrenia o cualquier otro desorden emotivo o de conducta, y que no responden…

La terapia electroconvulsiva (TEC) o terapia de sueño es un tratamiento que, por lo general,  resulta efectivo y seguro en pacientes que padecen depresión severa, esquizofrenia o cualquier otro desorden emotivo o de conducta, y que no responden a medicamentos orales.

Consiste en la aplicación de una descarga eléctrica en la cabeza, con una duración de décimos de segundo por sesión, las que son aplicadas dos o tres veces por semana hasta un máximo de 10 a 12 sesiones; conforme cada caso, ya que dependerá de las condiciones individuales del paciente. Se utiliza la electricidad para desencadenar una actividad convulsiva en el cerebro, que se traduce en mejoría.

La disminución significativa de la dosis de electricidad y la sofisticación de los equipos ha logrado reducir los efectos secundarios que en el pasado arrojaba el procedimiento, como son la pérdida de la memoria, contracciones musculares, dolor de cabeza y luxaciones.

El personaje encarnado por Jack Nicholson en la película One Flew Over The Cuckoo’s Nest, causó un enorme desprestigio a esta terapia, pero la drama del famoso filme difiere de la realidad en muchos aspectos, conforme al doctor en psiquiatría José Ismael Reyes Nouel, experto en el tema, egresado de la Escuela de Medicina de Zaragoza, España  y  especializado en la escuela de Psiquiatría de Albert Einstein Medical College Yeshiva University, Bronx, New York. Además, pertenece a la Asociación Americana de Psiquiatras, con quien abordamos de manera amplia el tema.

Su origen se remonta a 1895, cuando se observa que los pacientes epilépticos, quienes padecen convulsiones,no padecían ni de depresión ni de esquizofrenia.  De esa observación se desprende la idea de provocar en pacientes depresivos y esquizofrénicos convulsiones similares a las que padecen los epilépticos para ver su respuesta.

Se trata, de producir una crisis epiléptica en los pacientes esquizofrénicos y depresivos mayores. En algunos pacientes la convulsión se logra con medicamentos, pero en otros no.

Fue en 1930 cuando el húngaro Ladislas Meduna revivió la técnica, asegurando esta vez que cerca de un 20 por ciento de los pacientes epilépticos que desarrollaba la esquizofrenia dejaban de sufrir ataques. Además de existir historias que daban cuenta de que los esquizofrénicos mejoraban sustancialmente luego de un ataque de epilepsia.
Establecida la relación, el neurólogo Ugo Cerletti y su colega Lucio Bini, en Roma, visitaron un matadero y presenciaron el efecto que surte la corriente en los cerdos, y de ahí se concretiza la idea de inducir convulsiones en sus pacientes con electrochock en lugar de medicamentos.

El  procedimiento se introdujo en 1940 en Inglaterra y Estados Unidos. Ya en 1950, al resto del mundo. La terapia de sueño, como es conocida también ahora, por la inducción al sueño del paciente, desde entonces a la fecha ha experimentado una transformación que incluye la sofisticación de sus equipos y el modo de suministrarla, interviniendo en el equipo, además del psiquiatra, el anestesiólogo. La preparación previa incluye un examen cardiológico, valorando las funciones corporales básicas a partir de la medición de los signos vitales del paciente.

Doctor, ¿cómo funciona la TEC?  
El paciente está bajo anestesia general de corta duración y se le administran relajantes para evitar que durante la terapia pueda sufrir de contracciones musculares. Después de despertar el paciente se mantiene en observación por breve tiempo y luego se reinserta a su vida normal.

¿Cuándo y a quién se le indica?
Mi indicación, después de 45 años de experiencia, no es la misma que aplican otros psiquiatras que no tienen la experiencia de la TEC. Usualmente las indicaciones de TEC la recomiendan en pacientes que son refractarios a tratamientos antipsicóticos o  antidepresivos. O en pacientes que no mejoran con lo que ellos han hecho, entonces la consideran como última instancia.
Yo conociendo esta terapia, y viendo lo inocua que es en la actualidad, he aprendido de los oncólogos, que cuando tú tienes un diagnóstico en estadio uno, es cuando el médico debe de hacer todo lo que esté a su alcance para recuperar esa vida, salvar esa vida, para que esa vida vuelva a tener un ente familiar, un ente laboral, un ente social, un ente político…lo que quieras.

Si esperas a que el paciente esté en estadio cuatro, no lograrás su restablecimiento completo. La respuesta no será la misma. Yo en el estadio uno le suministro al paciente todo lo que esté a mi alcance para reinsertarlo cuanto antes a su vida normal como una persona sociable, empática, madura, con controles, con conciencia, con perseverancia para lograr la madurez necesaria y llevar una vida normal. Esta terapia me ha demostrado que da la milla extra en todo. En problemas de personalidad, adicción, depresivos, esquizofrénicos, agresividad y violencia. En todos los problemas de conducta seria que no responde, con un patrón ya establecido, esta terapia logra restablecer los neurotransmisores del cerebro, con lo que se logra espaciar las crisis del paciente.

¿A qué se debe la renuencia de algunos psiquiatras a recomendar la terapia?
Talvez el miedo y el enigma que encierra y el paradigma que ha habido. De hecho, la esposa del gobernador Michael Dukakis, de Massachusets, Estados Unidos,  publicó un libro –Schock- para contrarrestar el daño que le hizo Hollywood a la terapia con la película que protagonizó Jack Nicholson. Ella dice en ese libro, que como era alérgica a los medicamentos antipsicóticos, si no hubiera sido por la TEC ella no hubiese podido hacer una vida al lado de su esposo. Una vida familiar, social, política, productiva, porque es la única terapia que ella podía recibir para mantenerse equilibrada por años.

Además, el hecho de que en el pasado el procedimiento era muy rudimentario causaba efectos secundarios, que ahora no los provoca. Como por ejemplo, trastorno de la memoria reciente. De hecho, una de las recomendaciones que tiene la demencia hoy es la TEC. Anteriormente se pensaba que la TEC no se debía usar.

¿Alguna contraindicación?
Ninguna. La única en Estados Unidos es que el paciente o su familia no firme la autorización para suministrarla. De hecho, se les da a personas de 90 años deprimidos que no quieren alimentarse, y a embarazadas. También, hasta a personas con tumor cerebral, se les da del lado que no tiene el tumor.

¿Cómo funciona la TEC?
La TEC donde mayormente se indica y utiliza es en los casos de depresión, sobre todo en los pasivos depresivos recurrentes. En el curso de la depresión, el que ha tenido una crisis depresiva mayor tiene el 60  por ciento de chance de tener una segunda crisis; si tiene dos, tiene desde un 70 a 80 por ciento de chance de padecerla. Si tiene tres a lo largo de la vida, 90 por ciento de chance.

La TEC restablece los neurotransmisores y cuando eso se logra hablamos entonces de un umbral de normalidad, homeostasia, equilibrio, con una eutimia o estado de ánimo apropiado, normal. Eso es lo que se busca.

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