Méndez, ¡a pelear con disciplina! (1-2)

Lo que escribí sobre Argenis Méndez la semana pasada está basado en declaraciones hechas por compueblanos del peleador, oriundo de San Juan de la Maguana.Nunca he escrito mentiras. A Méndez, en incontables trabajos lo he elogiado.…

Lo que escribí sobre Argenis Méndez la semana pasada está basado en declaraciones hechas por compueblanos del peleador, oriundo de San Juan de la Maguana.

Nunca he escrito mentiras. A Méndez, en incontables trabajos lo he elogiado. Es un buen boxeador y desde el 15 de septiembre de 2006, en una  entrevista que le hice en Las Vegas, Nevada, antes de su debut como boxeador profesional, sabía que tenía las condiciones para alcanzar la cima del boxeo.
Efectivamente, llegó a ser campeón del mundo.

Si quienes dicen defenderlo, adversando a lo que expuse en mi anterior columna, leen bien el artículo saben que no lo detracto. Hablo la verdad e, incluso, resalto su calidad. Lamentablemente los atletas, cuando se les critica, por conductas inadecuadas, quieren crucificar al periodista. Es lo que está pasando con Argenis  y quienes, aparentemente, salen en su defensa.

 De todas maneras, lo que plasmo en mi  anterior artículo es correcto. Y es refrendado por los colegas Héctor Gómez y Yoel Adames, quienes son citados también como “mentirosos”.

 “Mentirosos”, según individuos que no conocen la normativa del periodismo, porque respecto a Méndez no esconden la verdad.

 Como dijo Nicolás Maquiavelo: “Decir siempre la verdad, clara y desnuda”.
Periodismo incólume

Argenis Méndez, desde que lo conocí cuando era un boxeador amateur, ha sido un atleta humilde, tranquilo y aspirante a llegar a la cima del boxeo.

Pero al parecer, por los malos consejos de gente sin historia, improvisada y por demás inepta, su comportamiento ha cambiado.

 No obstante, como dominicano siempre voy a desear lo mejor para él en un deporte tan exigente como es el boxeo.

 No me arrepiento de lo que escribí sobre Méndez y su cuestionada conducta fuera del cuadrilátero. Soy incólume en mi trabajo profesional. Testigos afirman que unos dos meses antes de su pelea con Rances Barthelemy no tuvo una conducta positiva en San Juan.

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