Se engañan a sí mismos y a la propia causa en que ¿creen? aquellas figuras vinculadas a los preparativos del precongreso reformista de ultramar, pautado para este fin de semana, que “venden” la premisa de que todo está bien y que el evento marcará, así por así, la unidad interna de esa organización allende los mares. Pero como decimos una cosa hay que decir la otra: Lo mismo acontece con la contraparte de los auspiciadores del evento, que igualmente se autoengañan proclamando rabiosa y casi irracional oposición al montaje del precongreso solo bajo el argumento de que los organizadores carecen de méritos partidarios para convocarlo. Es la clásica manifestación de la atomización que sostengo prima en las comunidades dominicanas migratorias, donde todos creen tener la razón y nadie da su brazo a torcer. Es una situación que bien podría considerarse de mimetismo en acción. Y lejos que van a llegar con esa actitud, de una parte y de otra…
Las referencias
Como para confirmar lo errado de las posturas irracionales de los reformistas de la diáspora, de todos los bandos, de cara al precongreso del fin de semana, basta con referirles a las partes lo exitoso que han sido eventos similares llevados a cabo por el PRSC en diferentes regiones del territorio nacional, con la participación de líderes provinciales, municipales y locales con posiciones encontradas pero unidos en el propósito común de procurar que ese partido grande que capitaneó el presidente Joaquín Balaguer no siga tan disminuido y busque recuperar su rol decisivo en el espectro político dominicano, para bien de la democracia y del pluripartidarismo político. Cada quien ha planteado sus posiciones, ha hecho sus sugerencias, ha lanzado sus críticas, se han hecho sus autocríticas, pero se han comprometido –al final- en marchar unidos dejando a un lado muchas de sus diferencias, en la generalidad de las ocasiones, de carácter y origen personales. Véanse en ese espejo…
