Obama enfrenta obstáculos para control de armas

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WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama se prepara para lanzar el miércoles el esfuerzo más radical del país para frenar los incidentes violentos con armas de fuego en casi dos décadas, y se espera que exhortará a un Congreso reacio a que prohíba las armas de asalto estilo militar y los cartuchos de alta capacidad como los usados en la matanza del mes pasado en una escuela primaria de Connecticut, donde murieron 20 niños y seis maestras.

Se espera que el amplio paquete de medidas que anunciará Obama incluya más de una decena de pasos que el presidente puede tomar por su cuenta por medio de la llamada acción ejecutiva. Tales medidas ofrecerían un camino para eludir a los legisladores que se le oponen, pero tendrán un alcance limitado y, en algunos casos, se enfocan simplemente en leyes existentes.

Sin embargo, sólo el Congreso podrá aprobar las prohibiciones de armas de asalto y de cartuchos de más de 10 balas, así como un requisito para realizar revisiones de antecedentes universales para compradores de armas.

Algunos defensores del control de armas de fuego se dicen preocupados de que la oposición de republicanos y de conservadores demócratas, al igual que de la National Rifle Association (Asociación Nacional de Portadores de Armas, NRA por sus siglas en inglés), resulte demasiado difícil de superar.

«No vamos a obtener una prohibición al instante», dijo la representante demócrata Carolyn McCarthy sobre los límites de las armas de asalto. Aun así, McCarthy, una voz de fuerza en el Congreso a favor del control de armas, dijo que seguiría presionando por una prohibición y espera que Obama también lo haga.

Funcionarios de la Casa Blanca, que tratan de evitar predisponer al presidente al fracaso, han señalado que ninguna medida por sí sola —ni siquiera la prohibición de armas de asalto— resolvería el flagelo de la violencia relacionada con las armas en todo el país, pero sin tal prohibición, u otras medidas radicales aprobadas por el Congreso, resulta incierto si sólo las acciones ejecutivas pueden marcar diferencias importantes.

Ante una oposición poderosa para reformar las leyes de control de armas, el presidente Obama analiza 19 medidas que podría implementar mediante acción ejecutiva, dijeron funcionarios en el Congreso, pese a que el alcance de dichas disposiciones sería limitado.

Esas medidas incluirían ordenar acciones más estrictas contra personas que mientan sobre sus antecedentes durante la compraventa de armas, eliminar límites a la investigación federal sobre el uso de armas, ordenar castigos más estrictos contra gente que trafique con ellas y dar flexibilidad a las escuelas en el uso de recursos para mejorar la seguridad.

Obama dará a conocer sus propuestas el miércoles, poco más de un mes después de la masacre de 20 niños y seis maestras en una escuela primaria de Connecticut, que puso el tema de las armas de fuego bajo el reflector nacional después de años de estar en el olvido.

La Casa Blanca informó que el miércoles Obama y el vicepresidente Joe Biden estarán acompañados por niños que escribieron cartas al presidente después del tiroteo en Newtown. También se espera la presencia de legisladores y grupos de activistas.

Entre otras acciones, grupos han presionado a Obama para que ordene al Departamento de Justicia encause a quienes mientan en la revisión de antecedentes, ya que ahora sólo una cifra menor es procesada. Esta propuesta tiene el apoyo de la NRA.

El mandatario también podría ordenar que las agencias federales tengan más disponibles los datos sobre delitos con armas e investiguen más sobre el tema, un tema que han obstaculizado legisladores republicanos, dicen defensores.

Las propuestas del presidente también podrían incluir medidas para mejorar la seguridad escolar y la atención a la salud mental, así como recomendaciones para abordar la violencia en el entretenimiento y videojuegos.

El martes, el estado de Nueva York aprobó por amplia mayoría una nueva ley con las restricciones de armas más severas del país y las primeras desde la matanza en Connecticut, que incluyen una prohibición ampliada para la venta de armas de asalto y la revisión de antecedentes durante la venta de municiones.

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