Pedernales, una de las 32 provincias que constituyen la división política de la nación, con 2080 km2, es la 7ma en cuanto a territorio, con dos Municipios: Pedernales y Oviedo; con una población total de 40,000 dominicanos censados, y “muchísimos” haitianos no registrados. A unos 330 Km de Santo Domingo, en el extremo sur-oeste del país, creada el 16 de diciembre de 1957 tras un proceso de colonización iniciado en 1927. El Gobierno de Danilo Medina ejecuta planes para desarrollarlo como polo turístico, dado su potencial, con recursos naturales de excepcional belleza. Conocidos son: El Hoyo del Pelempito. Interesante depresión en lo alto de la Sierra de Bahoruco, las Playas de Cabo Rojo y la majestuosa Bahía de las Águilas con la particular formación geológica de su zona costera. Se avanza en la construcción de carreteras que facilitan la movilidad y acceso, de poblaciones remotas y tradicionalmente poco atendidas. Mencía, para mencionar una. Importante vía la que conduce a Banano desde la ciudad y que hace posible llegar al rio El Mulito y su paradisiaco balneario, a 15 km. conservado como el secreto mejor guardado de esa zona remota. La carretera tiene un excelente trazo, adecuado peralte, y mejor manejo de aguas pluviales para garantizar su duración y sanidad de la capa de rodaje que serpentea entre un bosque denso, con zonas de escarpadas laderas, coronadas por árboles centenarios cuyas gruesas raíces cuelgan decenas de metros. Se planifica extender esta vía hasta Duvergé, como nos lo expresó nuestro excelente guía y mejor anfitrión, Luis Gómez.
El balneario del rio El Mulito, que nace en la vertiente sur de la Sierra de Bahoruco, es un área paradisíaca de tupida vegetación, aguas frías y cristalinas de inquieto caudal, impresiona al más indiferente de los visitantes. Expresión esmerada de la naturaleza, adornada con sonidos propios de áreas conservadas: una chicharra musicalizó repetidas veces nuestra visita. La alcaldía de Pedernales, considerando a El Mulito como balneario de rio de sus munícipes, ha construido enramadas con facilidades para cocinar y gestionado la adecuación de “pozas” para bañistas. El “pero” es que desaprensivos abandonan botellas de bebidas alcohólica en gran cantidad en lo que parece ser la cultura del visitante, porque aparecen por toda el área. En apenas minutos, con un grupo pequeño de jóvenes, reunimos 110 de esos envases de vidrio, algunos rotos, aumentando el riesgo de heridas cortantes. Completan el daño, infinidad de vasos de “fom”, platos y fundas plásticas, a pesar de tanques de basura, apropiadamente ubicados. Falta vigilancia de Medio Ambiente y hasta colaboración con autoridades civiles y militares, en una zona bajo presiones diversas. Baste indicar que se han enfrentado acciones para convertir miles de árboles responsables de esa producción de agua, en carbón para “exportar” a Haití, con clara complicidad local.
