El hurto, que sigue siendo investigado, no debió ser fácil: la réplica de Balzac pesaba 60 kilos y medía casi un metro y medio.
Situada en el jardín del museo que llevaba el nombre del coleccionista norteamericano Billy Rose que la donó, la escultura tuvo que salir -según especulan funcionarios del museo- camuflada por los accesos habituales y no siendo elevada con grúa desde el jardín, como han apuntado algunos medios.
El museo ha negado la falta de estrictas medidas de seguridad en el jardín que apuntaba hoy la prensa local y defendió que «la seguridad es lo más importante del Museo de Israel», situado en la ciudad de Jerusalén. El museo rehusó sin embargo dar detalles de las medidas de seguridad en público «debido a la sensibilidad del tema».
El francés Rodin esculpió la figura «Balzac desnudo con los brazos cruzados» entre 1892 y 1893 dentro de una serie de varias obras de imaginería. En la misma época trabajó en el monumento al novelista francés que le hace honor en París.
El valor de la escultura robada no ha querido ser revelada por el museo. Según el diario israelí «Haaretz» es menos valiosa que otras como «El beso», que tiene un valor de 3,44 millones de dólares (2,46 millones de euros).
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