Si hay algo que entendí desde mi adolescencia, es la importancia que tiene cada uno de nosotros dentro de su entorno familiar. El bebé más bello es el que tiene cada madre; razón por la cual esto nos enseña que una persona, independientemente del lugar que nazca o medio social al que pertenezca, es y será siempre “una persona”. Hago esta introducción, ya que, por lo general, existe una clase de la cual se habla como si su gente, primero, no fueran del globo terráqueo, y segundo, no vinieran de lo que se llama una familia. ¿Te has detenido a observar en nuestras esquinas, en las zonas donde el sol pica, cuando transitas para ir quizás a almorzar o regresas de hacerlo, a ellos y ellas parados quién sabe durante cuantas horas, quizás con ropas calurosas, con botas que no son necesariamente las más cómodas para el trópico, con los sudores que le llueven para que podamos transitar, y casi seguro con el estómago vacío?
Por las noches, mientras dormimos o nos divertimos, también se encuentran en las calles expuestos a todo tipo de peligros realizando su trabajo. En fechas especiales, como fines de semana feriados, Semana Santa o Navidad; cuando todos planificamos vacaciones; ellos son distribuidos en diferentes puntos para velar que el orden de los ciudadanos se mantenga en regla. Sus familiares, llámese: madre, esposa(so), hijos; por lo general en todos estos eventos importantes se encuentran solos, porque el mismo o la misma está sencillamente “realizando su trabajo”.
Terrible es cuando se le enferma un hijo y le ponen una receta en la mano, y no hay con qué comprarla. Y con todo esto recibe como recompensa el rechazo y la marginación.
“El derecho al respeto ajeno es la paz”. Por tanto, algo que ayudaría mucho en el proceso que se pretende realizar para un cambio en esa institución es que empecemos desde ya a entender la necesidad de respetarlos. Es verdad que en las filas hay algunos que deshonran, pero son los menos. Y, en estos momentos la autoridad máxima de esta institución está dedicando arduo esfuerzo para lograr una transformación de la misma, depurando y sacando aquellos miembros que no califican para pertenecer a ella.
