RD tiene perspectivas económicas con el cine

El reciente empuje que ha estado recibiendo la producción de películas en la República Dominicana representa un importante componente de atracción de inversiones al país con el consiguiente impulso que brinda al fomento

El reciente empuje que ha estado recibiendo la producción de películas en la República Dominicana representa un importante componente de atracción de inversiones al país con el consiguiente impulso que brinda al fomento de este producto cultural. Durante años, la industria cinematográfica careció de un marco legal adecuado en República Dominicana, lo que la convertía en un renglón productivo con poco empuje, acompañado de poca motivación por parte de productores y cineastas, que asumían los riesgos de manera romántica y con una garantía de pérdidas cuantiosas, lo que a su vez espantaba la inversión por parte de entidades financieras.

Con la promulgación de la Ley de Cine (108-10), esa situación ha cambiado. El fin último de esta pieza legislativa es la regulación de todo lo referente a la filmación en República Dominicana, desde la producción a la recaudación, con el objetivo a largo plazo de transformar el país en un foco de atracción para inversionistas, productores, cineastas y actores, tanto locales como extranjeros y promocionar la República Dominicana como destino de filmación y producción.
La mencionada ley estipula importantes apoyos económicos al ramo del cine, ya que en la misma se contempla la creación de un Fondo de Promoción Cinematográfica (FONPROCINE), que fue abierto con una donación inicial de treinta millones de pesos, asignados en el Presupuesto Nacional para el año 2012.

Este fondo se nutrirá de donaciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, así como del 100% de las recaudaciones de Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) a comercios dedicados a la renta de películas, así como el 100% del ITBIS recaudado en los consumos al interior de las salas de cine, popularmente conocidas como “candy shops”.

Ellis Pérez, director nacional de Cine entiende que la regulación que engloba esta legislación hace un aporte extraordinario, ya que atrae importantes inversiones, no solo para la realización de películas, sino que da un gran empuje a la industria hotelera: “Las estrellas cuando vienen a filmar usan los hoteles, lo que impacta positivamente en la industria turística”.

Las academias e institutos que enseñan el séptimo arte en el país se benefiacian, a la vez que incentiva que los inversores inviertan capital para la producción de películas.

“El cine local no tenía ningún incentivo; invertir en películas se consideraba de alto riesgo. Por eso el cine de comedia era el que se producía, porque era el único con el que se recuperaba. La Ley de Cine elimina ese riesgo. Las empresas serían tontas si no aprovechan para invertir en esto. Hay un gran movimiento de productores buscando apoyo económico”, señaló Pérez.

Igualmente entiende que la República Dominicana está iniciando una nueva etapa para este arte: “Es el inicio de una explosión cinematográfica, va a crear una demanda extraordinaria”, señaló.

Avances

La República Dominicana ha experimentado en los últimos años un considerable repunte de la filmación de películas de factura nacional, lo que ha llevado a una auténtica industria cinematográfica. Sin embargo no dejaba de ser una empresa riesgosa, que a pesar de todo demostró que podía ser rentable.

La película dominicana más taquillera ha sido “Perico Ripiao’”, creación de Ángel Muñiz, que con 16 semanas en cartelera fue vista por más de setecientos mil espectadores, según estadísticas de las salas de cine. “Sanky Panky”, dirigida por José Enrique Pintor, es la segunda más taquillera con una asistencia de unas 650 mil personas.

Ángel Muñiz, pionero del cine a gran escala

“Nueva Yol”, la primera película que creó el “boom”de la producción de películas criollas, bajo la dirección de Ángel Muñiz, llevó al cine a más de 600 mil personas en 21 semanas de exhibición, siendo una de las más taquilleras hasta la fecha.

Sin embargo, Muñiz se muestra cauto sobre el impacto de la nueva Ley de Cine, dado el historial de incumplimiento de los marcos legales en la República Dominicana. “Hay una falta de comunicación entre Impuestos Internos, el empresariado dominicano y la Dirección de Cine y en medio estamos bailando nosotros los cineastas.

El empresario aún no cree en la posibilidad de que se le retorne lo que invierta. Todo apunta a que se está pendiente de ver qué va a pasar. Vemos a diario que las leyes no se cumplen”.

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