Utesur: esfuerzo comunitario que da frutos en Azua

AZUA. Con diez mil profesionales egresados de sus aulas, incorporados a los procesos productivos de esta provincia, del sur y del país, en general, la Universidad Tecnológica del Sur (Utesur) constituye un referente de esfuerzo comunitario.

AZUA. Con diez mil profesionales egresados de sus aulas, incorporados a los procesos productivos de esta provincia, del sur y del país, en general, la Universidad Tecnológica del Sur (Utesur) constituye un referente de esfuerzo comunitario. Sus 37 años de vida, haber sido fundada por líderes preocupados por la educación de la población, ser una institución sin fines de lucro, sin accionistas ni empresarios y recibir a estudiantes sin grandes recursos económicos para pagar, convierten a la Utesur en una de las bases sobre la cual se levanta el desarrollo de esta provincia.

El Consejo de Directores de la academia lo constituyen voluntarios, entre ellos el obispo de San Juan, Azua y Elías Piña, monseñor José Dolores Grullón, un representante de Club Rotario; un representante de la Gobernación provincial y el representante de la senaduría.

Fundada en 1979, la Utesur solo recibe unos RD$900 mil del Estado, por parte del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, que son usados para el otorgamiento de becas y operativos. “Eso significa que nos manejamos con precariedades y limitaciones que afectan la realización de una serie de programas como el de maestrías”, dice el rector Rafael Virgilio López, al equipo de elCaribe que visitó el lugar. “Pero no nos detenemos, hay voluntad de trabajo y mucha gente que contribuye con su esfuerzo”, agrega López, sin soltar las expresiones de optimismo ni un segundo.

“Es una institución que lo poco que puede recuperar en su dinámica como empresa se invierte en la misma universidad. Utesur es la única universidad que hay en la provincia Azua y es el producto del esfuerzo de la provincia”, sostiene. Poco antes había referido una serie de mejoras que se realizan en la estructura física, ubicada en la avenida Enriquillo número 1, barrio Mejoramiento Social, Azua. La academia superior ofrece carreras como Bioanálisis, Contabilidad, Derecho, Enfermería, Ingeniería Agronómica, Educación, Administración de Empresas, Informática y Mercadeo y cada año realiza dos promociones.

“En los bancos, las empresas, los negocios, las clínicas, los hospitales de la región y del país están diseminados los profesionales que han salido de las aulas de Utesur”, plantea con orgullo y satisfacción el rector López.

La matrícula de la Utesur, que hace tres años rondaba los 1,900 estudiantes, actualmente tiene 3,400 y en los últimos tres años ha habido un repunte debido a los esfuerzos de la institución y las proyecciones que tiene el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología, que según Rafael Virgilio López, ha dado a las universidades una impronta a través de los planes de mejora, de los planes estratégicos y cumpliendo el Pacto Nacional para la Calidad de la Educación y la Estrategia Nacional de Desarrollo.

En los últimos tres años la academia ha abierto 20 nuevas aulas y seis laboratorios. Rafael Virgilio López le dijo a este diario que todos los estudiantes de la Utesur saldrán certificados por la Microsoft, sin costo alguno a través de un acuerdo que tienen ambas instituciones.

En la Utesur estudian personas de Neiba, de Villa Jaragua, San Juan, Barahona, San José de Ocoa, Padre Las Casas, Peralta, de Baní y otros puntos de toda esta zona sur. Eso genera una dinámica económica principalmente en el transporte, en los negocios de ventas de comida y en otras actividades económicas. La institución tiene unos 300 empleados.

“En las escuelas de la provincia Azua y en gran parte de la región ya no tenemos profesionales que no sean del área de la educación. Nuestra universidad se ha encargado de suplir a los profesionales de ese campo que se requieren. En la más recóndita escuelita de la región y de la cordillera hay profesionales de los nuestros”, dice orgulloso el rector.

En otra parte de la conversación agrega: “La Utesur constituye un esfuerzo comunitario importante, porque es una universidad muy económica. Un estudiante para hacerse profesional aquí solo tiene que pagar mil quinientos pesos mensualmente, incluyendo matrícula, gasto de servicio (…) todo. Y tenemos un plus”. Se refiere a que más del 36% de los estudiantes son becados.

Dentro de su Plan Estratégico de Desarrollo, la universidad hizo un estudio sobre la necesidad de profesionales de la región Sur y del propio país. “Nos dimos cuenta de que hay necesidades de otras carreras. Por ejemplo, como el Sur está tomando impulso turístico, estamos adaptando nuestro currículo. No teníamos la carrera de turismo y ya estamos trabajando con la adecuación de eso y nos proponemos preparar especialistas en ciencias”, explica López.

Hay mucho interés en la parte emprendimiento

La Utesur ha suscrito acuerdos con instituciones nacionales e internacionales, entre ellas las universidades Autónoma de Santo Domingo y la Nordestana, así como con la Universidad de Cartagena de Indias (Colombia) para ofrecer carreras más específicas dentro de la educación, demandadas por la Estrategia Nacional de Desarrollo.

En la región Sur del país la oferta de empleos es limitada, y desde la óptica de Rafael Virgilio López se requiere mayor inversión pública y empresarial. Eso reduciría la emigración.

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