Contra la preocupación

El sábado no fue precisamente un buen día para mí. Expresé: ¡Gracias, Dios, por todo! y recibí absoluto alivio. No obstante la contrariedad, acopié paz y no perdí mi sueño divagando en consecue

El sábado no fue precisamente un buen día para mí. Expresé: ¡Gracias, Dios, por todo! y recibí absoluto alivio. No obstante la contrariedad, acopié paz y no perdí mi sueño divagando en consecuencias e imponderables. Haciendo énfasis en la gratitud podemos neutralizar la preocupación. Desde Dale Carnegie y su clásico “Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida” (1940), se ha documentado que preocupaciones son dolorosos e inútiles temores acerca de eventos hipotéticos, que enturbian la felicidad en lugar de promoverla.

En una lista de preguntas recomendadas por conocedores para cambiar nuestras vidas figura la de ¿Por qué preocuparme? Contra las tribulaciones: gratitud, al iniciar otra semana de afanes y conquistas.
[email protected]

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas