Muchos dominicanos han pensado por décadas que la recogida de la basura es la única labor que tienen los ayuntamientos.De hecho, las gestiones en las alcaldías se perciben como buenas o malas en la medida en que esté limpio o sucio el municipio.
Es entendible la preocupación de los ciudadanos cuando se presentan retrasos en la recogida de la basura, por los temores a enfermedades, afectación al medio ambiente y a la movilidad en las ciudades.
La disposición de los desechos sólidos es sólo una de las competencias de los cabildos. Está contenida en el artículo 19 de la Ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, en su literal M, que dice que “se debe ofrecer el servicio de limpieza y ornato público, recolección, tratamiento y disposición final de residuos sólidos”.
Dar cumplimiento a esa disposición es una gran preocupación para los ediles, ya que en la mayoría de los casos los recursos deben invertirlos para brindar el servicio de la recogida de la basura. Lo hacen en dos modalidades, con equipos propios y mediante contrataciones externas.
El Distrito y Santo Domingo Este son las dos municipalidades que más basura generan. Las autoridades edilicias de la capital calculan que se produce diariamente 1,900 toneladas, que son recogidas mediante contrataciones externas de grandes empresas y por cuatro entidades comunitarias ubicadas en barrios de la zona norte, a los que paga 50 millones de pesos mensuales y recauda 28 millones 500 mil pesos por el pago del servicio.
El ayuntamiento Santo Domingo Este tiene calculado que la producción de basura diaria es de 1,200 toneladas, 500 son recogidas por una empresa privada, a la que paga 30 millones de pesos, y las 700 restantes son dispuestas por el cabildo. El cobro por el servicio sólo le genera tres millones de pesos.
Mantener la ciudad limpia es compromiso de ediles y ciudadanos. Los primeros tienen que brindar un servicio eficiente y oportuno y los munícipes deben pagar por el servicio y manejar de manera adecuada los residuos.
