República Dominicana tiene por delante el gran reto de expandirse a nivel de infraestructura y contar con leyes actualizadas que permitan aprovechar las oportunidades que traerá la ampliación del Canal de Panamá.Se trata de un acontecimiento del que se espera cambie completamente el sistema de transporte marítimo de todo el Caribe y facilite el comercio internacional, más allá de lo que es actualmente.
Sin embargo, el sector privado, aunque prevé invertir unos US$200 millones, tiene el temor de que República Dominicana se quede atrás de otras naciones, si el Gobierno no cumple la parte que le corresponde y agiliza “las cosas”.
La Asociación de Navieros de República Dominicana se refiere a que el Gobierno debe, por ejemplo, invertir en carreteras, enfocadas a la operación portuaria como tal, para contar con cuestiones puntuales que ya tienen otros países.
El otro punto (el más crítico para la organización) tiene que ver con la legislación, “porque para el sector privado tomar la decisión de invertir esa importante suma de dinero tiene que contar con el apoyo de las leyes”. “Sin la legislación, posiblemente la inversión no se haga en el tiempo que entendamos necesario”, indica la agrupación.
Los navieros hacen el planteamiento sobre la inversión que se requiere en infraestructura, sustentados en referencias de recursos que tienen contempladas otras naciones para a aprovechar las ventajas de la ampliación del canal panameño. “Cartagena (Colombia) tiene proyectado invertir más de cinco billones de dólares en infraestructura de carretera, de ferrocarril y a otro nivel con miras a convertirse en centros de convergencia. En el caso de Miami, la inversión que prevén hacer es de 1.8 billones de dólares”, informó
La ampliación del Canal de Panamá (una especie de canal paralelo, de más amplitud que el actual) permitirá que barcos de mayor calado puedan hacer el trasbordo con las diversas mercancías y productos que demandan los países. El presidente de la Asociación de Navieros, Teddy Heinsen, calcula que por eso los puertos deben poseer una grúa que pueda subir una altura de siete u ocho furgones. Con esa capacidad solo existen cuatro puertos en la región, según dijo, al ser entrevistado en el Desayuno Económico de elCaribe, junto al vicepresidente ejecutivo de la institución, Aníbal Piña; el vicepresidente ejecutivo de Agencias Navieras B&R, Jaak B. Rannik, y Rosa María Jiménez, del área de Comunicación.
Esos barcos, al hacer trasbordo, implica que la carga que llega a este país desde el Oriente en grandes cantidades se envía a Centroamérica, Sudamérica y quizás a EE.UU, que tiene pocos puertos en la costa Este preparados para recibir esta clase de naves, explicó el principal directivo de la Asociación de Navieros.
“Podemos hablar de que en los últimos diez u once años hemos invertido alrededor de mil millones de dólares y eso es mucho dinero. Solo en la bahía de Maimón existe un proyecto de más de 60 millones de dólares para el tema de los cruceros, lo que indica que el sector privado hace grandes gestiones”, dijo Aníbal Piña en otra parte de la conversación. Criticó que aún cuando República Dominicana cuenta con puerto madre y el sector privado realiza inversiones millonarias, haya problemas con el marco jurídico. La ley que regula la actividad portuaria dominicana es de 1970.
“La industria naviera dominicana debe ser considerada con un poquito más de paciencia, como hemos dicho siempre”, sostuvo el vicepresidente de los navieros.
Débil exportación
El 75% de los contenedores que llegan al país se regresan vacíos. De ahí que los navieros, sustentados, incluso, en un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugieren que las nuevas políticas del próximo gobierno se enfoque en que el país sea mucho más fuerte en materia de exportación.
El BID ha dicho que República Dominicana está aprovechando apenas el 40% de su capacidad exportadora, mientras en la región de la que esta forma parte aprovecha el 60%. “Estamos 20% por debajo cuando hacemos la comparación.
El negocio nuestro es transportar, por tanto, si existe carga suficiente en cualquier puerto, nosotros llevamos los barcos. Pero los barcos tienen que justificar los costos relacionados, y ahí es que está la gran preocupación”, apuntó Piña.
Sostuvo que nos es posible, por ejemplo, enviar una embarcación a una isla con cuatro o cinco contenedores porque no es rentable y se quejó, de otro lado, del monopolio que tiene la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado), que no permite la libre contratación de los camiones.
En otra parte de la conversación, Jaak Rannik sostuvo que los fletes entre República Dominicana y Brasil actualmente son la mitad de lo que eran diez años atrás.
Conferencia sobre Canal de Panamá
Hoy a las 8:00 de la mañana el presidente de la Asociación de Transporte Marítimo de la Región del Caribe, Carlos Urriola, pronunciará una conferencia sobre el Canal de Panamá y su impacto para los países del área geográfica. El evento se realizará en el hotel Melía, del Distrito Nacional.
“Hay que reconocer que debido a la importancia que tiene este tema para nuestro país (el de la ampliación del Canal de Panamá) nos hemos unido el sector público y el privado”, aseguró el vicepresidente ejecutivo de los navieros, como preámbulo para enumerar las instituciones que están colaborando para la actividad de este lunes.
Entre las instituciones a las que citó figuran: Autoridad Portuaria Dominicana, Asociación de Industrias de República Dominicana, Cámara Americana de Comercio, Asociación Dominicana de Agentes de Aduanas, la Asociación de Empresas e Industrias de Haina, la Asociación de Exportadores.
Carlos Urriola es un veterano de 30 años de la industria naviera que ha sobresalido como consultor privado en relevantes proyectos portuarios de Latinoamérica y el Caribe.
