Aparte de las universidades, cuyas planta físicas no han adecuado a sus alumnos, muchos comercios, instituciones, clínicas y hospitales no tienen suficientes parqueos para sus clientes y visitantes.Basta pasar por las avenidas Sabana Larga y San Vicente de Paúl, en Santo Domingo Este, o por calles como la Moca y la 20 de Villa Juana, para constatar que gran parte de sus aceras y calles están ocupadas por decenas de vehículos que se estacionan y obstaculizan el libre tránsito.
En el caso de la avenida Sabana Larga, frente al Centro Integral de Salud, los conductores se ven obligados a estacionarse a ambos lados de la vía, incluso encima del paso peatonal. “Lo que pasa es que aquí nunca hay parqueo y uno tiene que parquearse aquí afuera aunque uno sabe que está mal”, afirmó Rosa Pérez.
Asimismo, los clientes de las tiendas de repuestos de vehículos, cuyos dueños utilizan las aceras como talleres, se estacionan en el frente obligando a los peatones a “tirarse a las calles”.
En la avenida San Vicente de Paúl también es común ver los vehículos atravesados en cualquier lugar sin que ninguna autoridad del tránsito ponga coto a la situación.
Un problema complejo
Pero la solución al problema no es tan simple como construir edificios de parqueos, en opinión del urbanista Erick Dorrejo, quien entiende que sus causas y soluciones hay que buscarlas en el deficiente sistema de transporte que obliga a los usuarios a optar por soluciones individuales para trasladarse.
El doctor en Periferias, Vitalidad y Sostenibilidad Urbana por la Universidad Politécnica de Madrid, señala que esto se traduce en el aumento significativo del parque vehicular, que según las últimas estadísticas de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), se incrementó en 127 mil 977 nuevas unidades para sumar 2 millones 917 mil 573.
“Al no existir un transporte efectivo el parque vehicular ha aumentado, lo que implica una gran necesidad de parqueos en centros comerciales, clínicas, lugares de ocio y universidades, generando que las calles sean el escenario ideal para aparcar”. Aparte de la congestión del tránsito y la falta de parqueos, Dorrejo añade a la lista de males, un aumento en el consumo de combustible, que deriva en contaminación ambiental, inseguridad y un mercado de “parqueadores” que se lucra con el caos.
Ejemplos a seguir
Citó los ejemplos de países como Brasil y Colombia que han ido superando sus deficiencias en este sentido con la aplicación de un sistema de transporte integral y masivo, con la participación del sector privado y bajo las normativas del gobierno para operar autobuses de gran capacidad. “Y la verdad es que esas ciudades ha visto resultados positivos”.
En el caso de continentes como el europeo, citó el caso de España, que cuenta con una red de transporte compuesta por autobuses, metro y trenes de cercanías que han reducido la cantidad de vehículos en las calles.
Solución debe comenzar por mejorar transporte
El especialista entiende que si se mejora el sistema de transporte público la gente optaría por utilizar guaguas en lugar de vehículos privados, lo que implicaría una menor necesidad de parqueos.
Esto sumado a nuevos estacionamientos públicos construidos con la participación de los sectores público y privado que liberarían las calles de parqueos improvisados. Dorrejo también exhortó a las empresas a invertir en el transporte de sus empleados. “Eso provocaría que haya menos vehículos circulando en las calles, así esas empresas necesitan menos parqueos y se traduce en un ahorro para ellos mismos”.
