Los consumidores reaccionaron ayer con sorpresa y enojo frente al anuncio de que los niveles de proteína cárnica de los salamis serán rebajados en un 50%. “Veo ese anuncio fuera de contexto y creo que es contraproducente que se hable de eso ahora, justo cuando el país ha sido sacudido por informaciones de que ese producto no cuenta con los estándares requeridos”, dijo Alba Ovalles, entrevistada por elCaribe.
Como ella una importante cantidad de personas se resistían a creer que el Comité de Carnes se haya atrevido a aprobar una norma en la que determina que el límite mínimo de proteína que puede tener el salami es de un 8%.
“Pero cómo se atrevieron a hacer eso, si hace días se decía que el nivel de proteina que tenían esos embutidos era de 16% y que eso estaba por debajo del nivel permitido, que era de un 22. Si ahora lo colocan en 8%, parece que es para que nadie en este país compre eso”, dijo, en otro escenario el motoconchita, Ramiro Calderón.
En detalle, en la norma vigente (antes de que el Comité de Carnes anunciara la nueva norma el jueves) los niveles de proteína cárnica son de 22% para el salami premium, 20% súper especial y 16% para el estándar. Ahora en la nueva pieza se establecen 13%, 10% y 8% para los salamis premium, súper especial y estándar, respectivamente. El Comité de Carnes lo integran representantes de instituciones públicas, asociaciones de embutidores, empresarios e importadores. La información sobre la medida la ofreció el director de Normas y Sistemas de Calidad, Manuel Guerrero. “Frente a todo lo que se hace para afectar los consumidores, lo correcto es buscar otra opción para comer y olvidarse del salami”, sostuvo Elvis Doñe, otro de los entrevistados.
Mientras, Juana Burgos, una madre de dos hijas que desde hace nueve años se gana la vida vendiendo desayuno en la avenida Doctor Defilló, de la capital, opinó que “el salami que nos estamos comiendo no tiene fuerza y todo parece que cada día será peor”.
