La formación religiosa de los seres humanos tiende a ofrecer resultados positivos, independientemente de la religión en la que militen las familias escogen el camino del Señor para seguir con fe sus enseñanzas. Esto se puede visualizar de diversas formas, pero al reconocer la existencia del Todopoderoso, sus fieles tienden a ser personas de bien y respetuosas.
La religión católica es la de mayor número de fieles en República Dominicana, incluso, tenemos en el país 13 diócesis o arzobispados con influencia en diferentes subregiones, así como varios seminarios de formación de sacerdotes tanto nacionales como extranjeros.
Pero tal como viene publicando este diario en una serie de reportaje del periodista Adalberto de la Rosa, también las congregaciones evangélica, adventista y hasta el islam y los mormones, tienen una importante presencia en el país con diversos templos y personas que sirven de guías y de predicadores del mensaje divino.
La libertad de cultos está consagrada en la Constitución de la República Dominicana y es de los puntos de más respeto tanto de parte de nuestras autoridades como de la sociedad en sentido general. Es positivo para los dominicanos y dominicanas gozar de un sistema en el que tienen cabida todas las manifestaciones religiosas cuya expresión común es el mensaje positivo de seguimiento a la Palabra de Dios.
Otras expresiones religiosas no tan formales, pero sí de mucho peso tradicional como la santería y hasta el budismo, también tienen presencia en República Dominicana, aunque con menos influencia y de manera más discreta.
La regulación en el funcionamiento de las religiones, es también responsabilidad de los gobiernos. En el caso dominicano, la católica es la religión oficial, fruto de la vigencia del Concordato firmado en la primera mitad del siglo pasado, pero la propia Constitución se ha encargado de dar reconocimiento a los actos oficiales de otras religiones de gran expresión nacional.
