Puerto Rico quiere convertirse en el Estado número 51 de la Unión

El territorio nacional de los Estados Unidos está compuesto por 50 estados, el distrito de Columbia y un Atolón deshabitado, que ahora no recuerdo su nombre.

El territorio nacional de los Estados Unidos está compuesto por 50 estados, el distrito de Columbia y un Atolón deshabitado, que ahora no recuerdo su nombre.El día 06 de noviembre (sí, el mismo día de las elecciones estadounidenses) los puertorriqueños fueron a las urnas para dos cosas fundamentalmente: primero, elegir a un nuevo gobierno territorial, certamen del que salió electo el hasta ahora senador Alejandro García Padilla, del Partido Popular Democrático, y , segundo, plebiscitar  a favor o en contra de su estatus político en relación a los Estados Unidos, eligiendo entre las tres formas de descolonización reconocidas por el derecho internacional: la anexión, la independencia y la libre asociación, resultando por primera vez favorecida la anexión, siendo esta la cuarta ocasión que este tipo de ejercicio se lleva a cabo desde 1967.

Puerto Rico es una comunidad autónoma con estatus de estado libre asociado y de “territorio no incorporado” a los Estados Unidos desde 1952, pero sin embargo, ya desde 1898, cuando finaliza la Guerra Hispano-Cubano-Americana, por el Tratado de París, España había cedido Puerto Rico a los Estados Unidos, junto también a Filipinas y Cuba.

Estuve radicado en Puerto Rico, específicamente en Caguas, por espacio de casi un año en el 2005 y en mi estadía allí pude observar algo muy peculiar: los puertorriqueños, aun cuando la tendencia moderna en la isla, en términos sociopolíticos, y hasta como consecuencia de la transculturación obligada, en esta zona del Caribe derivada de patrones estadounidenses, es a sentirse como “gringos” – y así lo sienten la gran mayoría, sobre todo los jóvenes, y se expresan como si lo fuesen- mantienen viva, paralelamente, la cultura española y todo lo que tiene que ver con las costumbres, tradiciones y usos heredados del viejo continente.

No obstante la existencia de las costumbres españolas, del idioma y de que en Puerto Rico se puede encontrar la mejor comida española fuera de España, esta vez en las urnas los boricuas han desdicho de ese origen y se han decantado por querer cambiar su estatus actual por el de la anexión pura y simple, buscando convertirse en el Estado numero 51 de los Estados Unidos de América.

No obstante eso, esta decisión carece de carácter vinculante, de lo que se deriva que, aun cuando ellos hayan elegido esa opción, nada obliga a los Estados Unidos a aceptarles como tal, pues la incorporación plena conllevaría un proceso legislativo constitucional previo que debería iniciarse con la solicitud expresa del gobernador de turno de que dicha posibilidad se discuta en el congreso americano y los congresistas a su vez  podrían votar a favor o en contra de esta pretensión.

Pero es posible, a mi entender, que incluso esa posibilidad de que el congreso estadounidense discuta la incorporación de Puerto Rico como Estado de pleno derecho de la Unión, se tarde más de lo que esa mayoría boricua quisiera y de que esa pretensión no sea satisfecha en estos años venideros.

¿Las razones? Primero, el gobernador recién electo es quien debe redactar la solicitud para que el congreso estadounidense tome en cuenta la posibilidad de ingreso, sin embargo, García Padilla no es proclive o partidario de la opción anexionista o “estatista” como otros le llaman, y más bien prefiere que Puerto Rico continúe bajo el estatus de Estado Libre Asociado, por lo que esa carta es posible que no se redacte en los cuatro años de su mandato.

Segundo, por el carácter no vinculante que posee este plebiscito no existe entidad jurídica, institucional o de cualquier índole que pueda obligar a que este deseo de la mayoría de los puertorriqueños (por encima del 60% votaron a favor de esta opción)  cristalice en el corto o mediano plazo.

Tercero, las cifras de desempleo (13.6%), el inmenso déficit presupuestario y los índices de pobreza imperantes en la Isla de Encanto, no creo que motiven especialmente a Washington a cargar con una responsabilidad más, en este caso como estado confederado al que tendría que destinar más recursos y mayores atenciones. Se convertiría Puerto Rico en el Estado más pobre de todos los Estados Unidos.

Cuarto, es peculiarísimo el detalle de que, de los territorios entregados a Estados Unidos en 1898, solo Puerto Rico se mantenga en esa ambigüedad cultural y de indecisión política con respecto a su estatus en la comunidad internacional, pues tanto Cuba como Filipinas son países independientes y soberanos, con sus propios gobiernos e instituciones. Habría también que ver si para los Estados Unidos representa algún “plus” en términos geopolíticos y estratégicos la incorporación de Puerto Rico pues, contrario a lo que sucede en Hawaii –el numero 50 de los estados confederados a la Unión- en donde, aparte de su desarrollo inmenso en términos turísticos, existen bases americanas en un 10% de su territorio y que acerca a los Estados Unidos en términos de defensa y de geoestratégia a puntos que no maneja desde su posición continental, Puerto Rico, en los mismos aspectos, tendría una casi nula importancia en momentos en que los Estados Unidos mantiene relaciones “favorables” con los países del área.

Por último, en quinto lugar, unos 5 millones de puertorriqueños viven en los Estados Unidos y solo 3 millones y algo habitan la isla. El motor productivo derivado de las relaciones Estados Unidos-Puerto Rico residen mayoritariamente en territorio continental por lo que no haría diferencia alguna, en ese sentido, un cambio de estatus en estos momentos para la isla, y, todavía más relevante para la naturaleza yanqui: aun cuando el representante de Puerto Rico en el congreso estadounidense no tiene derecho al voto; aun cuando ningún boricua puede votar para elegir al presidente de los Estados Unidos, TODOS los boricuas tienen el deber y la obligación de engrosar las filas del ejército en caso de guerra y de disparar sus armas, aún a costa de sus vidas, para defender  a los Estados Unidos.

¿Para qué necesitaría Estados Unidos cambiar el status quo que impera hasta ahora en relación a Puerto Rico?

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