No podemos evitar que las cosas envejezcan o se oxiden, sucede con cosas, lugares y con nuestro cuerpo. Entramos en la curva de procesos declinatorios que contrarrestan los sueños que nos hicieron florecer, atrevernos y escalar. Pero todo cambia y muchas vulnerabilidades nos arropan la piel; y con pulso débil, pero aún latiendo, ilusiones esperan ser realizadas. En Eclesiastés 3:15 encontramos esta verdad: “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. Significa que Él no trata de reparar nada, es restaurar, dejar todo mejor que antes, sus misericordias son nuevas cada mañana, y su creatividad superior. Ahora solo necesita que tu fe encaje en el hueco de su mano y como creíste, será hecho. l
¡Será hecho!
No podemos evitar que las cosas envejezcan o se oxiden, sucede con cosas, lugares y con nuestro cuerpo. Entramos en la curva de procesos declinatorios…