Los peligros del calentamiento global

Desde que en el año 1994, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), nos convocó a una primera reunión en el Instituto de Pesquisas Espaciales, de Sao José dos Campos, Sao Paulo, Brasil, para establecer las fórmulas y procedimiento

Desde que en el año 1994, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), nos convocó a una primera reunión en el Instituto de Pesquisas Espaciales, de Sao José dos Campos, Sao Paulo, Brasil, para establecer las fórmulas y procedimientos para el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), y óxidos nitrosos (NOx), cada país ha estado trabajando, aunque lentamente, en la contabilidad de sus emisiones y en las formas de reducirlas.

Estos gases son producidos principalmente  por las industrias, las plantas de energía eléctrica que utilizan combustibles fósiles, el transporte, la agricultura y la ganadería, y se acumulan en la atmósfera dificultando la salida de la radiación infrarroja producida como reflejo de la radiación solar que incide sobre la superficie terrestre, generando un lento incremento de las temperaturas de nuestro planeta.

La firma del protocolo de Kyoto, en el año 2007, donde cada país firmante se comprometía a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, fue la señal más importante para alertar de una realidad que muchos ignoran, algunos subestiman, y otros niegan, las que de continuar al ritmo de hoy podrían provocar que para finales de este siglo se produzca un incremento de las temperaturas mundiales en unos 4 grados Celsius, en comparación con la era preindustrial, lo que conduciría a elevadas temperaturas, sequías, desertización y hambruna generalizada.

Mientras grandes emisores de gases de efecto invernadero como China, Estados Unidos, Canadá, India y Brasil, en principio se resistieron a cumplir con la reducción de sus emisiones, por entender que les obligaba a cerrar industrias obsoletas, aumentar el desempleo y reducir la competitividad, la Unión Europea ha hecho esfuerzos extraordinarios para que todos sus países miembros comiencen a disminuir drásticamente esas perjudiciales emisiones de gases que calientan el planeta, esperándose que los países de Latinoamérica asumamos de inmediato el mismo compromiso.

En ese sentido, y en un esfuerzo conjunto entre la fundación liberal alemana Friedrich Naumann Stiftung y la Red Liberal para América Latina (Relial), parlamentarios de la Unión Europea, altos funcionarios de la Unión Europea que trabajan en nuevas políticas energéticas y ambientales, y líderes políticos y ambientales de Latinoamérica, nos reunimos en Bruselas, durante toda una semana, para hablar sobre las estrategias adoptadas por la Unión Europea para el período 2013-2050, en interés de que para el año 2050 las emisiones totales de gases de efecto invernadero sean un 50% menos que en 1990, enfatizando que esas estrategias también deben ser asumidas por políticos y líderes ambientales de Latinoamérica. l

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