Santiago.-“Prima, usted se va primero alante, y yo me voy atrás”.  Esas fueron las palabras pronunciadas por Justiniano Rodríguez, de 58 años de edad momentos antes de suicidarse al colgarse de un árbol, en el patio de su residencia en la comunidad de Gaspar Hernández en la provincia Espaillat.

Rodríguez en estado de embriaguez, acudió al velatorio de una prima que había fallecido, pero en medio de la depresión, se fue a la casa y decidió quitarse la vida.

El cuerpo sin vida fue llevado a la morgue del hospital regional José maría Cabral y Báez, para fines de que los médicos del INACIF le practiquen una autopsia.

Santiago.-“Prima, usted se va primero alante, y yo me voy atrás”.  Esas fueron las palabras pronunciadas por Justiniano Rodríguez, de 58 años de edad momentos antes de suicidarse al colgarse de un árbol, en el patio de su residencia en la comunidad de Gaspar Hernández en la provincia Espaillat.

Rodríguez en estado de embriaguez, acudió al velatorio de una prima que había fallecido, pero en medio de la depresión, se fue a la casa y decidió quitarse la vida.

El cuerpo sin vida fue llevado a la morgue del hospital regional José maría Cabral y Báez, para fines de que los médicos del INACIF le practiquen una autopsia.

“Prima, usted se va primero y yo me voy atrás”. Esas fueron las palabras pronunciadas por Justiniano Rodríguez, antes de suicidarse, según contaron cercanos de la familia.

El hombre de 58 años pronunció esa frase frente al ataúd de su pariente. Luego, apareció colgado de un árbol, en el patio de su residencia, en la comunidad de Gaspar Hernández de la provincia Espaillat.

Los testigos contaron que Rodríguez acudió al velatorio de su prima, que no fue identificada, en estado de embriaguez, pero en medio de la depresión, se fue a la casa y decidió quitarse la vida.

El cuerpo fue llevado a la morgue del hospital regional José María Cabral y Báez, en Santiago, para que médicos Instituto Nacional de Ciencias Forenses le practiquen una autopsia.

“Prima, usted se va primero y yo me voy atrás”. Esas fueron las palabras pronunciadas por Justiniano Rodríguez, antes de suicidarse, según contaron cercanos de la familia.

El hombre de 58 años pronunció esa frase frente al ataúd de su pariente. Luego, apareció colgado de un árbol, en el patio de su residencia, en la comunidad de Gaspar Hernández de la provincia Espaillat.

Los testigos contaron que Rodríguez acudió al velatorio de su prima, que no fue identificada, en estado de embriaguez, pero en medio de la depresión, se fue a la casa y decidió quitarse la vida.

El cuerpo fue llevado a la morgue del hospital regional José María Cabral y Báez, en Santiago, para que médicos Instituto Nacional de Ciencias Forenses le practiquen una autopsia.