Liderazgo y poder en Paterson, New Jersey

Si la ambición no rompe el saco, los dominicanos  están muy cerca de gobernar la alcaldía de Paterson. El avance de la fuerza poblacional latina es indetenible.

Si la ambición no rompe el saco, los dominicanos  están muy cerca de gobernar la alcaldía de Paterson. El avance de la fuerza poblacional latina es indetenible. Con una administración afroamericana azotada por  el crimen, la deserción escolar y el desempleo, los patersonianos aguardan mejores tiempos. El cuadro de dificultades económicas y criminalidad ha generado una alta tasa de rechazo hacia el actual incumbente, el afroamericano Jeffre Jons, por la inefectividad de su administración de cuatro años. Por ser mayoría poblacional corresponde a los dominicanos  gobernar, si todos acuden a votar en mayo del 2014 y ganan las elecciones en Paterson, donde el empobrecimiento de la que fuera una de las ciiudades responsables del desarrollo industrial de los Estados Unidos es ahora más visible que nunca. 

Con 222 años de historia,  esta ciudad fue establecida por el arquitecto William Paterson, gobernador de New Jersey, el 22 de noviembre 1791 y es reconocida por su importante papel en la revolución industrial de los Estados Unidos como “The Silk City” (La Ciudad de la Seda). Controlada por judíos, árabes, libanes e italianos durante muchos años, los latinos pasaron a ser su fuerza poblacional, económica, social y política de mayor envergadura en las últimas décadas. Su población total es de 146,199 habitantes, según el último censo nacional del 2010. Con mayoría abrumadoramente latina, la dominicanidad marcha a la cabeza en Paterson. Sólo el 46.7% (68,324 ciudadanos) está registrado para votar, y de ese total el 64.8% tienen edad de 18 años en adelante. El último registro de votantes fue realizado el 23 de marzo del 2011. De todos los votantes registrados  68,324 ciudadanos, unos  27,926 (el 40%) son demócratas y 3,100 (4.5%) son republicanos. Unos 37,285 (54.6%) fueron registrados como no afiliados a ningún partido. De los registrados para votar, unos 35,000 son dominicanos, lo que representa más del 50% del electorado registrado.

En el 2008, el presidente Barack Obama fue electo en Paterson con 38,085 votos (86.7%) contra el republicano John MacCain con 4,098 votos, el 37%. La fuerza de la dominicanidad puede apreciarse al caminar las calles Market y Madison, las principales vías de Paterson, repletas de restaurantes, bodegas, supermercados, barberías y salones de belleza propiedad de dominicanos.

Estos  negocios proporcionan el 80% de los empleos y los impuestos a la ciudad. El resto de la población son afroamericanos, mexicanos, peruanos, colombianos y puertorriqueños. Con alrededor de 30,000 estudiantes, la mitad de  los cuales abandonan la escuela antes de graduarse, Paterson es azotado por el desempleo y la criminalidad, lo que ha disminuido significativamente la popularidad del actual alcalde afroamericano Jeffry Jones, quien termina su mandato el 30 de junio del 2014. Si los líderes de la dominicanidad, mayoritaria con más de 35,000 habitantes,  logran vencer el divisionismo, y nadie mete jabón en el sancocho, las posibilidades de que María Teresa Feliciano resulte electa como alcaldesa son reales y firmes. Como ocurre siempre, ya hay asomos de fuertes desavenencias. El concejal Rigo Rodríguez, un político rejugado, empresario de piezas de vehículos o auto-parts, con acusaciones judiciales de fraude en las pasadas elecciones aun pendientes de resolución en Corte, es visto como la oveja negra que quiere imponerse a la fuerza y romper la unidad consensuada bajo un pacto suscrito por el Concilio Dominicano de Paterson (CDP), el 18 de septiembre del 2013, para evitar que concurrieran tres candidaturas.

Después de completar casi ocho años de una gestión pobre y salpicada por  escándalos de fraude y corrupción, Rigo se apresta a abandonar el cargo. Sin ton ni son desconoció todos los acuerdos pactados por la unidad, si por su postura antiunitaria decide acudir aliado a otros sectores no se sabe que tanto impacto podría tener en un electorado latino que anhela la unidad y los cambios en la conducción política de Paterson. No tiene mucho espacio para maniobrar. Pero sí puede hacer un papel decisivo si el proceso resulta cerrado, por estrecho margen. Se juega su futuro político si acude aliado a fuerzas que impulsen la reelección del incumbente, pues eso sería visto como “pura traición” a la dominicanidad. El liderazgo cívico local, agrupado en el CDP, que reúne a personalidades independientes, con sus dirigentes principales por más de 20 años Lucilo Santos, Pedro Rodríguez, Ramón Pagán, Elsa Mantilla, Iris Tejada, Héctor Mercedes y Fernando Aguasvivas, planteó la necesidad de unificación bajo una sola candidatura para asegurar el acceso al poder de las fuerzas dominicanas en las elecciones venideras.

Los acuerdos pactados fueron debidamente documentados y notarizados por los tres aspirantes: Miguel Díaz, Rigo Rodríguez y María Teresa Feliciano. Después de hacer sus evaluaciones en finanzas, plan de trabajo, capacidad de hacer coaliciones, aceptación y rechazos, fortalezas y debilidades, la seleccionada fue María Teresa, una mujer dominicana con fuertes raíces sociales en la iglesia evangélica ortodoxa que desde niña vino a vivir a Paterson con sus padres procedente de Santiago, República Dominicana. Ha dedicado su vida entera a Paterson. Culta y experimentada es una veterana política, pero sin la malicia de Rigo. Con maestría en administración pública y licenciatura en sicología, María Teresa es graduada en la Universidad Nuevo Pacto Internacional y en Fairleigh Dickinson University, Teaneck, New Jersey. Por más de 25 años trabajó en el sistema judicial de Paterson. También tiene doctorado y maestría en consejería cristiana. En este momento, sin embargo, lo que ella necesita no es solo ese  backgroung intelectual, sino la suficiente malicia y sagacidad política  para negociar y derrotar a sus adversarios. Eso es lo que está en juego.

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