La frase la utilizó en el 2002 Hatuey de Camps, luego de visitar al hoy extinto Joaquín Balaguer, acompañado de Hipólito Mejía, cuando ambos andaban “amarrando la chiva”. Faltaban meses para las elecciones legislativas y municipales, y los rojos estaban siendo cortejados por blancos y morados, para una posible alianza. Al salir de la casona de la Máximo Gómez 25, De Camps, con amplia sonrisa que delataba su satisfacción, dijo a los periodistas que el líder del PRSC les garantizó que ese partido iría solo. Es decir, no haría pacto con ellos, pero tampoco con el PLD. “La alianza es ir separado, esa es la gran alianza”, dijo el Cacique, para luego proclamar que se había llegado a una especie de “acuerdo del desacuerdo”. Algo parecido a eso se ha planteado y discutido hoy, 14 años después, en el seno del PRD.
Las propuestas
Varias son las propuestas unitarias que han hecho, privada y públicamente, figuras del PRD. Entre ellas, por lo menos dos que implicarían una especie de separación pactada. Tony Peña Guaba planteó que PRD y Convergencia lleven candidatos presidenciales distintos, pero que a nivel legislativo y municipal presenten candidaturas comunes. También se ha hablado de ir separados a una primera vuelta, con el compromiso de unir fuerzas en una eventual segunda ronda. El problema es que nadie garantiza que ese escenario se va a producir…
Ley de Lemas
En una de las crisis internas del PRD, específicamente en el 2003, se planteó como solución la aprobación de una “Ley de Lemas”, que hubiese permitido presentar más de un candidato presidencial. El problema es que ahora, los blancos no controlan el Congreso. Todo indica que la única solución es volver al “acuerdo de Lomas Lindas”. O por lo menos, algo parecido. l
