La cartera de recursos del Banco Agrícola se ha duplicado en la actual gestión gubernamental, al pasar de unos RD$7,000 millones a RD$14,000 millones, de acuerdo a los números que maneja su administrador, Carlos Segura Fóster.Entrevistado ayer en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe el funcionario aseguró que la cartera estaba deteriorada antes de llegar Danilo Medina a la presidencia de la República y una de las causas era la alta morosidad que tenía, que alcanzaba el 37%. Eso significa -en detalle- que de cada 100 pesos había 37 vencidos. Actualmente –según el corte más reciente, realizado ayer- de la cartera de RD$14,000 millones apenas está vencida el 9.22%.
Segura Fóster sostuvo que para ir mejorando, lo primero que ha hecho el Bagrícola es seguir orientaciones de Danilo Medina, de abrir una política flexible de renegociación para los productores. “Eso ha traído una revolución porque los clientes del banco, además de satisfacer los compromisos de ahora, han emprendido con entusiasmo el pago de los atrasos. Por eso, hoy tenemos una cartera saneada y son pocos los sectores que tienen la morosidad en el nivel que la tenemos nosotros”, apuntó.
Explicó que se hizo una separación partiendo del tipo de financiamiento que otorga el Gobierno y que en adición a los préstamos entregados por el Banco Agrícola hay otros por la Presidencia a través del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA). Se manejan separados porque el Bagrícola como institución maneja recursos de terceros y eso le obliga a cumplir con las normas de regulaciones bancarias.
“Del dinero que hemos mencionado tenemos más de ocho mil millones de pesos que son certificados financieros del público. Es decir, son depósitos de alquileres de los dueños de casas, que son fianzas judiciales de las personas que los han depositado allá. Tenemos que cumplir con las obligaciones derivadas de la Superintendencia de Bancos y del Código Monetario y Financiero para poder responder ante la sociedad del manejo de ese dinero”, planteó.
Segura Fóster indicó que como la política del Presidente es más flexible hubo la necesidad de buscar una institución que sin tener que lesionar los recursos de terceros, desarrollara una política que permitiera el acceso con mayor facilidad.
En ese caso, el funcionario se refiere al FEDA. Aparte de los RD$14,000 millones que tiene el Bagrícola para prestar, con respaldo del jefe de Estado hay otros RD$2,000 millones que surgen del FEDA, que se recuperan por vía de este último organismo.
“Tenemos la suerte de estar en una institución vinculada a un sector que es una prioridad para el Gobierno, fundamentalmente, de su presidente Danilo Medina.
Entre los ejes programáticos, el mandatario ocupa el domingo, día más importante que normalmente la gente usa para compartir con la familia, para realizar las visitas que son una sorpresa para la gente, pero que previamente han sido muy planificadas después de un diagnóstico hecho sobre el área que visitará”, dijo el administrador del Bagrícola.
En respuesta a preguntas formuladas por el director de elCaribe, Osvaldo Santana (quien dirigió la entrevista), Segura Fóster advirtió que el productor no solo debe generar alimentos para el mercado local sino para abrir puertas para la exportación. “Y partiendo de eso, el productor tiene que dedicarse a producir no lo que quiere, sino lo que el mercado demanda”, agregó. En el encuentro participaron más personas. Por el Bagrícola a Segura Fóster lo acompañaron el subdirector del organismo, Rafael Medina; el director de Negocios, Rafael Moreno Reyna, y el director de Relaciones Públicas, Félix Rodríguez. Mientras, por el periódico participaron Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura; Héctor Linares, editor de la sección Dinero, y Sandra Guzmán, editora de elCaribe Digital.
Segura Fóster dijo que el mundo tiene más consumidores y muchos de éstos consumen lo que no producen. “Por tanto, todo tiene mercado. Podríamos estar produciendo cien veces los mangos que producimos, y lo mismo de aguacates y vegetales y siempre tendríamos mercado”, sostiene. Dada la importancia de la agricultura y la agroindustria aseguró que “se ha asignado a cada institución los recursos que demanda, pero también han llegado recursos de la Presidencia”.
Dijo que fundamentalmente el apoyo del Presidente está orientado a los sectores con vocación de aglutinarse y formar asociaciones o cooperativas. Desde su punto de vista, eso ha creado un bienestar en el campo, que avanza para salir de los niveles de pobreza.
Para producir no hay tierra mala
Segura Fóster se refirió a los avances que alcanza el país al colocar en la tierra productos que antes no se cultivaban. Se refirió, por ejemplo, al jengibre y a la alcaparra. “Aquí solo recogíamos jengibre en los campos para hacer el té que se bebía ocasionalmente, pero hoy se produce con vocación exportadora. También se produce orégano para procesar, industrializar y vender aceite de eso”, indicó.
Y citó el caso de la tayota, que ha adquirido importancia porque para ella hay un mercado cautivo, en adición a sus aportes a la salud. Sin embargo, cuando al administrador del Bagrícola se le preguntó por qué no se ha replicado en otras partes del país el proyecto de alcaparra que existe en Montecristi, la respuesta no llenó las expectativas. Ese proyecto -de poco menos de 30 tareas- es propiedad del doctor Manuel Rodríguez Lora, pero el Gobierno hace más de un año mostró interés cosecharla en otras partes. A pesar de que muchos campesinos tienen pequeños predios ociosos y pudieran beneficiarse, a la fecha las autoridades no han exhibido mayores resultados sobre ese particular. Hace un mes y días que Danilo Medina designó a Fóster en el Banco Agrícola, luego de mover a Ángel Segura, que ocupaba esa posición, al Ministerio de Agricultura porque Luis Ramón Rodríguez renunció. Es la tercera ocasión que Segura Fóster ocupa el cargo.
Un paso de mensajero a administrador del banco
De las veces que ha desempeñado el cargo en el Bagrícola, esta es la ocasión en que Segura Fóster encuentra mejor las finanzas. Rememoró que en 1996 encontró al banco “prácticamente desaparecido”, con 51 pesos de cada cien vencidos (51% de morosidad). Cuando volvió al cargo en 2004 la morosidad era del 42% (en el 2000 la había dejado en 18%). Cuando dejó el cargo en 2007, luego de tres años en él, la morosidad quedó en 13%. Carlos Segura Fóster conoce el banco “de cabo a rabo”, si se toma en cuenta que lleva 50 años trabajando para él. Llegó como mensajero (tenía que limpiar los escritorios y barrer) cuando tenía apenas 17 años.
