David Ortiz aplica sus rangos en Grandes Ligas

La jerarquía en el béisbol no se la inventó David Ortiz ni cualquier otro veterano que como el dominicano la aplica cuando lo entiende conveniente.

La jerarquía en el béisbol no se la inventó David Ortiz ni cualquier otro veterano que como el dominicano la aplica cuando lo entiende conveniente. Ortiz se desarrolló en un sistema que desde temprano enseña quien, en determinados momentos, tiene ciertos privilegios.

El pasado viernes pude observar al señor David Price gozarse un ponche ante Boston que daba la sensación de que Tampa había ganado la división Este de la Americana.

Price, el mismo que soltó una plañidera brutal tras ser castigado nueva vez por el implacable bate de David, disfrutaba de la inmensa sensación que se obtiene al ser doctor y no paciente, de ser carcelero y no presidiario, de ser martillo y no clavo. Así es muy bueno.

Pero no. La realidad es que todo el que ha obtenido el nivel de Ortiz, el mejor designado de todos los tiempos, hombre de más de 450 cuadrangulares, 1,500 remolcadas, 500 dobles y tres anillos de campeón dando la cara cuando otros se amedrentan ante las imponentes luces de la postemporada, tiene licencia para “perrear”.

Hay muchos que no lo hacen. Pero eso va de la mano de su filosofía de vida y no con que exista una prohibición o sea una ofensa al juego, como Price y ahora Chris Archer desean manifestar.

Quien vio a Barry Lamar Bonds sabe que admiraba esos palos que daba y, lo mejor de todo, es que le quedaba bien la postura de contemplar sus vuelacercas. Pedro Martínez ponchaba y daba esa mirada de “siga su camino” por unos instantes. Y faltan más por mencionar.

Hay novatos para hacer mandados y están las figuras que reciben un casillero extra y otros detalles que se les antoje. Ese es el juego.

Si el lanzador sacó un tremendo cero, que lo celebre con tres orquestas si quiere. Ahora bien, cuando lo castiguen que “sufra en silencio”, porque en toda actividad profesional se gana y se pierde.

Apunte esto.

Tampa sigue jugando buena pelota y está cerca de jugar para .500…Eso aleja cualquier intento de cambio por Price…Cuando se corta la grama, salen las serpientes…Ningún tipo de duda al respecto…José Altuve, el pequeño gigante de Houston, rinde en cantidades industriales…Muy buen pelotero.

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