Muchos asesinatos siguen sin resolver

Santiago. Una gran parte de los homicidios ocurridos en Santiago siguen sin solución y las autoridades no tienen ni siquiera pistas para dar con los responsables.

Santiago. Una gran parte de los homicidios ocurridos en Santiago siguen sin solución y las autoridades no tienen ni siquiera pistas para dar con los responsables.Muchas de las víctimas fueron por sicariato, o feminicidio, cuya solución sigue en el limbo, sin recibir respuesta de la fiscalía o de la Policía.

Uno de esos casos es el asesinato del camarógrafo Newton González, hace un mes y siete días. En dos ocasiones la Policía ha apresado a Ángelo Perrone con relación al hecho, pero lo ha puesto en Libertad.

Otro caso, es la muerte del abogado Amancio Herrera Turbí, ultimado por sicarios cuando llegaba a su oficina en la avenida Las Carreras. Herrera Turbí presuntamente fue mandado a matar por una pareja de esposos que se negó a pagar los honorarios debido a que estaban en trámites de divorcio.

Preso por otro hecho

Al hombre que la familia sindica como responsable por la muerte de Herrera Turbí, guarda prisión, pero no por ese hecho, sino por el porte ilegal de armas de fuego.

En el caso de Anelka Miguelina Liranzo, de 26 años, hallada descuartizada entre matorrales de la comunidad de Hacienda Estrella, en la autopista Joaquín Balaguer, apenas tienen sospechosos.

Tampoco han sido aclarados los asesinatos de José Fabián Cabrera, de 22 años, y la de Yokari Inés Tatis Guzmán, de 32, presuntamente ultimados por la Policía en víspera de una protesta el día 9 de junio en Palmar de Villa González.

En lo que va de año se han reportado unas 120 muertes violentas en Santiago.
También se destaca la muerte del sindicalista Ismael Sandoval, quien era secretario general de la ruta G de Gurabo y fue ultimado por sicarios en el año 2012. Aunque fueron investigados dirigentes choferiles con los que mantenía una disputa, todos fueron liberados.

La gente pide y reclama que se haga justicia

Por el hecho fueron realizados varios paros y marchas por parte de familiares y amigos, sin encontrar respuesta en las autoridades investigativas. Los casos más difíciles de resolver han sido los de sicariato y las víctimas de la delincuencia en su mayoría vigilantes asesinados mientras realizaban sus labores nocturnas en empresas de Santiago.

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