“Me siento tímido frente a la crítica de arte”

Se crió en el seno de una familia de intelectuales; matemáticos, abogados, maestros, médicos y escritores, quienes le enseñaron a leer a la edad de cinco años. Con tan solo ocho ya había leído el libro “Las mil y una noche”. Su gusto por…

Se crió en el seno de una familia de intelectuales; matemáticos, abogados, maestros, médicos y escritores, quienes le enseñaron a leer a la edad de cinco años. Con tan solo ocho ya había leído el libro “Las mil y una noche”. Su gusto por la lectura siguió creciendo, por lo que a los 10 años estaba leyendo los tratados de psiquiatría de su padre, así como las obras de Julio Verne, Cervantes, Víctor Hugo y Shakespeare. Cuenta que comenzó a dibujar a temprana edad, porque su madre tenía un gran talento para el dibujo y la pintura, al tiempo que indicó que aunque él no poseía mucha aptitud para este arte, sí contaba con una imaginación fértil, con la que escribía cuentos desde niño. Empero, a los 14 años tomó la decisión de ser pintor, aunque le costara aprender.

¿En qué momento empieza a interesarse por la pintura?
Comencé a dibujar muy temprano, porque mi madre tenía un gran talento para el dibujo y la pintura. Yo no poseía casi aptitudes para este arte. Empero, a los 14 tomé la decisión de que iba a ser pintor, aunque me costara aprender. Me dio trabajo domar mi mano, pero gracias a Dios, tras unos diez años de estudio, lo logré. Tuve conflictos en el colegio por ello, pues mi fuerte eran las ciencias exactas, matemáticas, trigonometría, álgebra, geometría, y uno de los profesores me había conseguido una beca para estudiar ingeniería en Estados Unidos, lo cual deseché. Para algunos fue considerado como un desperdicio, pues hay muchas personas que no entienden el valor del arte y la cultura en una sociedad.

¿Cómo definiría su trabajo?
Mi trabajo es esencialmente de comunicador, uso las palabras para escribir novelas. Una de esas obras será, Dios delante, publicada por el Banco Central el próximo año. Con los colores creo imágenes que comunican mi sentir como si pintara con palabras de colores un nuevo lenguaje directo a la retina y al corazón.

¿Qué influencias tempranas tuvo con respecto al arte?
Mi primera influencia fue Veermer. Sus obras donde aparecían jóvenes en actitudes cotidianas, como la que vierte leche en un interior; la vista panorámica de Delf, la joven de la perla, me hicieron fijarme en los bodegones y las ventanas, los paisajes amplios … Mis primeras obras públicas mezclaban esos elementos: ventanas, figuras, naturaleza muerta, –aunque prefiero el término inglés “still life” o naturaleza quieta−paisajes extensos, combinados con garabatos abstractos o influenciados por la simbología taína y sus petroglifos y pictografías. El uso de estos elementos desde mis obras tempranas vino, realmente, por influencia de Oskar Kokoschka, pintor austríaco, uno de los maestros que aparecen en un libro sobre el arte en el Moma de N.Y. que me regaló en una Navidad mi tío Tavito Amiama cuando tenía unos 20 años.

¿Cuál es su técnica de trabajo?
Mi método es ecléctico, ya que aprendí a pintar en dos lugares diametralmente opuestos, como Bellas Artes, que tendía a enseñar a pintar de manera expresionista; y a la vez estuve con Bass, que enseñaba el realismo objetivo. En mi técnica utilizo ambos métodos, pues combino en mis obras la realidad cruda del hiperrealismo, con la subjetividad y libertad de la abstracción en que se pinta de una manera a veces expresionista, de donde viene el término expresionismo abstracto, el cual combino con el realismo en gran parte de mi producción junto a rasgos del pop, por lo que soy definitivamente posmoderno por naturaleza. Otro método que utilizo, tanto en pintura como en literatura, es el de la escritura automática de los surrealistas, donde doy rienda suelta a mi subconsciente, dejando fluir libremente las ideas sin juicios ni ideas preconcebidas, ni planificadas de antemano.

¿Cuáles son sus temas favoritos?
Mi tema favorito es la luz. Ésta se irradia en las formas y modela los volúmenes, los tonos y masas, sea en lo realista o en lo abstracto. La  luz simboliza la pureza, lo bello, a Dios…. Pero siendo más específico, pinto frutas, rostros, paisajes, especialmente marinos, y abstracciones gestuales o líricas.

¿Dónde ha expuesto su arte?
Físicamente, he expuesto en colectivas e individuales en más de 30 países, tanto de América como de Europa y Asia; pero si incluimos mi participación virtual y en revistas internacionales, sería entonces en más de 80 países de todo el mundo, incluyendo África y Australia.

Tener el privilegio de recrear algo hermoso y no tener con quién compartir la emoción es antinatural, fuimos creados para compartir las cosas.

¿Cuál es su opinión con relación a la crítica de arte?
Ha sido muy elogiosa de mi trabajo, aunque a veces me hace encoger porque soy muy crítico de mí mismo y me ruborizan cuando me dicen maestro y cosas por ese estilo. Valoro el aporte y el estímulo constante de los críticos y críticas, es su trabajo y lo agradezco; pero me siento tímido frente a ellos. Entre tú y yo…, prefiero pintar y no estar discurriendo sobre teorías y todo eso.

¿Cuál es el futuro del arte en RD?
Creo que todo depende de lo que hagan en conjunción artistas, galeristas, coleccionistas, mecenas, instituciones culturales y el Estado. Cada uno debe dar lo mejor de sí, valorando el arte y posicionándolo como un bien no solo para disfrute, sino como un producto que debe validarse en el mercado internacional. Es preciso invertir dinero y ser nacionalistas, como son, por ejemplo ,los mexicanos, que cuando ven un Tamayo en una subasta, pagan lo que sea con tal de darle la posición que merece a un artista de esa talla.

¿Cuáles son sus proyectos a futuro?
Mis proyectos más inmediatos son una expo en NY, dentro de varios meses; una individual en el país a principios de año en APEC Cultural, y posteriormente una expo en el Centro Perelló de Baní en homenaje a esa provincia tan pujante. Paralelamente, seguir enviando obras a la galería que me representa en Asia, establecida en Corea del Sur, más lo que surja en el camino en la divina providencia.

Guiones de teatro
En la adolescencia realicé guiones para obras de teatro, así como adaptaciones como la de Bertolt Brecht, la cual tuve la oportunidad de dirigir.  ”

Arte y cultura
Hay muchas personas que no entienden el valor del arte y la cultura en una sociedad. En parte, por eso somos subdesarrollados.”

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas