Mucha gente, que le lanzó piedras, pero muchas piedras, a Miguel Vargas Maldonado, anda por ahí sin rumbo. Y algunos se preguntan ¿por qué? Es que fueron y vinieron, y se fueron, pero con el correr de los días no terminan de definirse por la aventura, y no por miedo, sino porque no quieren perder. ¡Otra vez! Sienten que cerraron una puerta, pero temen entrar a la que está abierta. Cuando meten la cabeza se encuentran con un espejo. Una suerte de reflejo de la pesadilla anterior. Y valoran nuevos caminos. ¿Hacia dónde girarán? ¡Qué dilema más grande! Porque no son 18 años los que tienen.
Sin rumbo
Mucha gente, que le lanzó piedras, pero muchas piedras, a Miguel Vargas Maldonado, anda por ahí sin rumbo. Y algunos se preguntan ¿por qué? Es que fueron y vinieron, y se fueron, pero con el correr de los días no terminan de definirse por la…