Estamos marcados por fechas que graban hitos en el sinuoso trayecto de la vida y esto desde que arribamos a este “valle de lágrimas”. Las culturas todas, han desarrollado dentro de sus características, definiciones de la personalidad ligadas al momento de aspirar la primera bocanada de aire vital para la vida.
Los pueblos de escritura han dejado patentes muestras de cómo esas fechas fijan las características principales de esa personalidad predefinida.
Tenemos algunas herencias culturales y entre ellas: el Zodíaco, horóscopos, la carta astral, la numerología y otros tantos de mayor o menor difusión. Hay mucho más que cumpleaños propios: sin notarlo estamos constituidos por fechas.
Tenemos puntos de inflexión en el transcurrir de la existencia, que se muestran como señales luminosas de alegrías y tristezas. Los años vividos acumulan fechas, que forman parte integral de nuestra conciencia existencial y que traen aparejada sensaciones propias, de sabores dulces o amargos o de una amalgama de emociones que nos llevan como péndulos: entre extremos.
La fortaleza de las relaciones de pareja, produce a su vez marcas cronológicas compartidas o las individuales, que ambos celebran unidos, en ese colectivo de dos.
En mi caso, y no soy dado a escribir en el infinitivo de la primera persona: el “yo”, mañana 23 de septiembre se celebraría el cumpleaños de Sonia, mi esposa, la que partió sin que aun encuentre sentido a su ida y la que me enseñó tantas cosas!!…menos a vivir sin ella.
Su fiesta personal, previa a la celebración de Las Mercedes, segundo nombre que su madre consideró apropiado para marcar a esa niña que vino a la vida a dejar huellas profundas entre los que la conocieron y a marcar a los que disfrutaron de su íntima cercanía.
No practico la astrología ni horóscopos definitorios, pero en su caso me basta leer lo que “presagiaron” los astros cuando nació, para encontrar una curiosa “coincidencia” en: los valores, lo práctico, el amor con entrega, el equilibrio del justo medio, la justicia, la lealtad, la capacidad creativa, la sinceridad, “de la lucha contra los límites, la atención al detalle, capaz de alcanzar logros importantes y con ingenio para la organización con finas habilidades administrativas. Aquellos llamados a tener sentido de lo justo y dentro del respeto a la ley, el orden y la justicia en general.
Su actuación en la legalidad les proporciona autoridad personal, el cumplimiento de sus obligaciones y el logro de éxitos y puestos de responsabilidad”. Celebro amor tu cumpleaños, convencido de que nuestra separación por la artesanía médica inadecuada, por la irremediable inobservancia clínica y por yerros humanos de quienes tienen licencia para matar y que pueden “enterrar” sus errores, no significa el fin de todo lo nuestro. Aun mi vida permanece llena de ti, de tus cosas, de nuestros frutos y por ellos tengo todavía ganas de vivir. l
