La tragedia del domingo 21 de diciembre, la muerte de cinco jóvenes de un solo golpe, y el sobreviviente que finalmente sucumbió a las heridas, nos adelantaba la parte triste de un feriado que debía ser de amor, amistad, paz, pero que inevitablemente termina ensangrentado.
Nos preguntamos: ¿por qué tenemos los dominicanos en cada período festivo, de contenido cristiano, sea la Semana Santa o Navidad, aportar tantas víctimas como consecuencia del consumo abusivo de bebidas alcohólicas; por qué tiene que ser así; por qué actuamos así, pese a todos los esfuerzos de las autoridades por prevenir los fatales accidentes?
Las autoridades empiezan su campaña bien temprano en diciembre sobre la necesidad de prevenir los accidentes o de evitar el consumo de alcohol mientras se conduce vehículos de motor. Esta vez, la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), prefirió la información oportuna sobre buen manejo y la persuasión. Expresamente dijo que prefería no multar por violaciones a las leyes de tránsito en estos días. Que lo fundamental era que las personas comprendieran que deben conducirse correctamente.
Más, las instituciones públicas vinculadas a la seguridad colectiva hicieron un despliegue humano tremendo. 60 mil 700 personas en calles y carreteras para ayudar a la gente y prevenir.
Como quiera tenemos el reporte trágico. Ayer sumaban 23 los caídos en accidentes de tránsito o por violencia. En la mayoría de los casos está de por medio el consumo de alcohol. Se agrega ahora que el mayor número de víctimas fatales son usuarias o conductores de vehículos de motores.
¿Qué hacer para evitar menos resultados fatales durante las fiestas?
Insistimos en que las agencias públicas que manejan políticas de prevención tienen que tratar los accidentes de tránsito como una epidemia social generalmente provocados por consumo excesivo de alcohol.
La violencia intrafamiliar también suele destaparse bajo el influjo de las bebidas alcohólicas.
Las autoridades tienen que trabajar esta materia sistemáticamente. No sólo con operativos preventivos para largos feriados. Esto amerita que un ministro influyente lo incluya en su agenda desde los primeros días del 2015.
Dentro de algunos años, quizás haya menos víctimas fatales. l
