El Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional adelantó ayer que “no hubo manos criminales” en el incendio ocurrido el domingo pasado, en el Mercado Nuevo, tal como dijeron la mayoría de comerciantes.Luis Soto, vocero de la entidad, dijo a elCaribe que no tienen el informe listo para presentarlo, pero aseguran que no se trata de un incendio provocado.
Hasta ayer, los técnicos se encontraban investigando las causas que generaron el siniestro en la nave central. La situación mantiene a la intemperie a más de 1,700 personas.
En tanto, el área de carnicería, la cual no fue afectada por el incendio, ayer empezó a operar.
Con el levantamiento de escombros y tratando de buscar “lo que se pudo salvar”, decenas de comerciantes empezaron a limpiar el área afectada con los utensilios suministrados por el ayuntamiento del Distrito Nacional, a fin de ser reabierto los locales no alcanzados por el fuego.
Cajas fuertes fueron violadas
En la labor de limpieza, comerciantes se encontraron con la mala noticia de que sus bienes fueron saqueados. Es el caso de Juan Bautista Santos, a quien le violaron su caja fuerte para robar el dinero que sería depositado en un banco el día siguiente al incendio.
Explicó que lo ocurrido deja mucho que decir de una institución que estaba velando por la seguridad del área.
En su defensa habló el coronel Martínez, de la Fuerza Área, quien aseguró que si hubo alguna sustracción, ocurrió el día del siniestro. Enfatizó que en el área afectada hay una vigilancia militar y policial para evitar el robo de propiedades.
Piden rápida intervención
Por su lado, comerciantes piden la rápida intervención del área. Consideran que se encuentran en “una situación de emergencia” y esperan ser atendidos en el transcurso de esta semana.
Este jueves, a las 10 de la mañana, la alcaldía del Distrito Nacional sostendrá una reunión con representantes de asociaciones de dicho mercado para acordar la ayuda prometida por el ayuntamiento.
Luis Taveras, presidente de la Federación de Asociación de Comerciantes de dicho mercado dijo que espera que los 40 millones destinados en el remozamiento sean aumentados.
Comerciantes afectados utilizan calles para venta
Mientras se busca una solución, Juan Castillo, quien tiene 35 años laborando en la edificación, acomoda sus vegetales en los canastos que coloca boca abajo, los cuales les sirven de mesa para vender sus productos a la intemperie. “Yo nunca he estado en estas condiciones, siempre he tenido un espacio techado donde trabajar, pero ahora no tengo otra opción que hacerlo en la calle”, explicó el comerciante. Muchos imitaron la acción.
