Las maquinarias que muelen la caña de azúcar del ingenio Porvenir, de San Pedro de Macorís, tuvieron ayer un día libre, pero mantienen una expectativa tan grande en la población como si estuvieran en movimiento las 24 horas.
“Este lugar se considera la principal fuente de empleo en la zona; aquí una cantidad importante de los padres de familia consigue el sustento para sus familias”, comenta el motoconchista Carlos Hubiera, mientras espera que la suerte le ayude a montar un pasajero, en las afueras de la central azucarera.
En las instalaciones de Porvenir se observa la llegada de varios camiones cargados de caña, mientras algunos montacargas circulan de un lado a otro. El ingenio no tiene el movimiento de los días en que hay molienda (porque ayer estuvo apagado); el administrador Ricardo Hernández, se ha negado a hablar con la prensa alegando que no está autorizado “desde arriba”, pero eso no impide ver que San Pedro de Macorís comienza a tomar “otro color” con el inicio de la zafra de la caña del ingenio estatal.
El director ejecutivo del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), José Joaquín Domínguez Peña, ha proyectado una producción de 21 mil toneladas métricas de azúcar crema y dos millones 500 mil galones de melaza, y la población petromacorisana espera que eso dinamice la economía. Una economía que -de acuerdo a testimonios recogidos en la provincia- ha lucido estancada por mucho tiempo.
“Tú no puedes esperar que la situación esté mejor en una zona donde una de la fuente alterna principal para vivir es el motocochoncho”, expresa Domingo Zamora, mientras conversa con un equipo del periódico elCaribe, que estuvo ayer en esta ciudad. “Pero esto podría ponerse mejor con el inicio de la zafra azucarera”, agrega Joan Esteban, dejando saber, de paso, que su padrastro es uno de los empleados con que cuenta el ingenio Porvenir.
En la cosecha anterior, Porvenir produjo 18,550 toneladas de azúcar, cifra considerada récord por el CEA, porque, de acuerdo a los números que maneja el organismo, representa un crecimiento significativo en la producción, que en los últimos años llegó a 12,000 toneladas.
La caña de azúcar no tiene la fuerza del pasado, cuando ese renglón representó una de las columnas fuertes de la economía de República Dominicana. Fue entre los años 1960 y 1980, cuando se hablaba de la “economía de postre”, porque el fuerte de los ingresos -vía las exportaciones- surgía del café, cacao, azúcar y tabaco. “El propio San Pedro de Macorís llegó a tener las centrales azucareras de Consuelo, Quisqueya y Porvenir, todas de propiedad estatal. Actualmente, no es así. “Pero algo es algo”, comenta Marilys Haye, una ama casa de los alrededores del ingenio, que le reclama al Gobierno contribuir con la creación de más empleos para la provincia, conocida popularmente como “Serie 23”.
Como Haye, hay muchas más personas que quieren fuentes de trabajo, y sus reclamos surgen a pocos metros de la entrada de donde se muele la caña. Al ingenio Porvenir le ha ocurrido lo mismo que a otras empresas dominicanas: ha sido arropado por una población que no detiene su crecimiento. En su entorno se observan paradas de motores, negocios de ventas de carne y pescaderías, pequeñas tiendas o bancas de apuestas, entre otros establecimientos y viviendas.
En San Pedro de Macorís muchas de las personas que se sostenían de la actividad azucarera, por años han recibido pocas noticias halagüeñas, especialmente, cuando los ingenios estatales ubicados en esa demarcación dejaron de moler, incrementando el desempleo y la angustia entre los colonos.
A veces estos últimos se han visto obligados a negociar con una empresa privada para moler la caña producida. De los 12 ingenios del Estado que funcionaron antes, 10 permanecen cerrados. En adición a Porvenir, que ha atravesado procesos legales, y un “tira y jala” entre varios arrendatarios y el propio CEA, el otro que está en operación es Barahona, actualmente en manos privadas, y ha sido exitoso.
Buscando una molienda que sobrepase la meta, el ingenio Porvenir fue sometido a reparación, a un nivel, según el CEA, que por décadas no hizo. Se realizó una gran inversión, que incluyó reparación de los equipos de molienda y fabricación de azúcar, rehabilitación de calderas, del turbo generador, turbinas del molino, chumaceras de transmisión del molino, planta de emergencia, el volquete de camiones y todas las masas del molino.
Habitantes
Alberto Escoto
Residente en San Pedro de Macorís
“Te puedo decir que cuando en este pueblo hay actividad de molienda de caña, eso representa un gran alivio para todos. Si aquí se está moliendo, eso se traduce en mucho más movimiento y más venta de productos. El dinero se mueve mucho más así”.
Joan Esteban
Motoconchista de SPM
“Claro que desde que se anunció el inicio de la zafra tenemos buenas expectativas. Pienso que está bien que hayan abierto a Porvenir. Yo mismo puedo decir que soy beneficiario porque mi padrastro hace pila de años que trabaja ahí ”.
