Santiago. De las once naves que tiene el parque industrial La Canela, diez ya comenzaron a operar, aunque apenas generan 150 empleos.El impacto que esperaban los residentes de ese distrito municipal no ha sido el deseado en materia de generación de trabajos productivos, aunque se empieza a notar un cambio.
El parque fue inaugurado hace cuatro años, pero en el 2014 fue cuando comenzó a funcionar con regularidad.
Actualmente funcionan una fábrica de confección de pantalones, otra de colchas y una de químico.
También funcionan una fábrica de butacas escolares y otra que construye la plataforma de dichas butacas, así como una para muebles de mimbre.
Igualmente, operan dos empresas dedicadas a producir fundas plásticas. La que mayor impacto ha generado en la comunidad es la fábrica Confecciones Islarenque, del área textil, que tiene una nómina de aproximadamente 40 empleados.
La obra de infraestructura fue construida por el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (Pro Industria), durante la gestión de José Izquierdo con una inversión de 86 millones de pesos.
David Silverio, quien trabaja con un personal compuesto por veinte personas, en su mayoría mujeres, reconoce que aún el parque industrial no ha tenido el impacto esperado.
Sin embargo, resaltó que los pocos espacios son ocupados por personas residentes en Hato del Yaque, Batey I, La Herradura y La Canela, comunidades enclavadas en el entorno del parque.
En el caso de la empresa Magna Plast fue cerrada debido a problemas económicos, aunque se espera que los nuevos propietarios la reabran en los próximos días. Bonny Eliseo Castillo, quien laboraba para una de las empresas del parque industrial y que decidió renunciar, dijo que además de captar más plazas de trabajo, deben mejorar los salarios.
El parque industrial fue inaugurado el 31 de octubre del 2010, pero por la falta de una subestación eléctrica no operaba con normalidad.
