Los Gigantes, los campeones más desairados

Se supone que un equipo que ha ganado tres de las últimas cinco ediciones de la Serie Mundial no debe tener dificultades para cortejar a peloteros.

Se supone que un equipo que ha ganado tres de las últimas cinco ediciones de la Serie Mundial no debe tener dificultades para cortejar a peloteros.

Pero los Gigantes de San Francisco, actuales campeones, sufrieron numerosos desaires durante los meses de invierno.

—Pablo Sandoval, el idolatrado «Kung Fu Panda», pasó por alto una oferta similar del equipo donde surgió y aceptó un contrato de 95 millones de dólares y cinco temporadas con los Medias Rojas de Boston, todo para tener un «nuevo desafío» en el otro extremo del país.

—Pese a ofrecer un año adicional de contrato, perdieron la pulseada por Jon Lester. El zurdo prefirió firmar con los Cachorros de Chicago, un conjunto que no acude a la Serie Mundial desde 1945 y cuya última coronación se remonta a 1908.

—También estuvieron detrás de los servicios de Yasmany Tomás, pero no pudieron superar los 68,5 millones que pusieron los Diamondbacks de Arizona. El toletero cubano optó por jugar con un adversario de la misma división de los Gigantes y que además tuvo la peor campaña en las mayores el año pasado.

Revalidar el título asoma como una empresa intrincada en San Francisco, monarcas en 2010, 2012 y 2014.

Se bromea que no tienen posibilidades por la mera circunstancia que este es 2015, un año impar, y que en sus previas defensas del título ni siquiera pudieron acceder a los playoffs. ¡Los Gigantes solo pueden ganar en los pares!

Puros cuentos. Y el mánager Bruce Bochy ya dijo basta: «Queremos divertirnos mucho en un año impar», sostuvo.

Aquí una síntesis de los Gigantes en 2014, porque realmente vale la pena repasar la secuencia de una campaña que les permite presumir de ser una auténtica dinastía.

Arrancaron a todo vapor en el Oeste de la Liga Nacional, fueron cazados por los Dodgers a mitad de curso en la división y luego reaccionaron en septiembre para clasificarse con un wildcard obtenido con 88 victorias.

Nadie pudo con ellos en octubre, mes en el que sacan la casta.

Tumbaron a los Piratas en el duelo de comodines, eliminaron a los Nacionales (el equipo con el mejor récord de la Liga Nacional) y superaron a los Cardenales en la serie de campeonato del circuito. Con Madison Bumgarner ofreciendo una de las actuaciones más brillantes de postemporada en la historia, se proclamaron campeones al imponerse a los Reales en un séptimo juego.

Todo después de perder por lesiones al estelar abridor Matt Cain, al jardinero central Ángel Pagán y al intermedista Marco Scutaro.

Malos augurios:

Los Gigantes intentarán revalidar el título con refuerzos que no encandilan a nadie. Renovaron contratos con Jake Peavy, Ryan Vogelsong y Sergio Romo, tres pitchers que eran agentes libres. Nori Aoki llegó procedente de Kansas City para reemplazar a Michael Morse en el bosque izquierdo. El sucesor de Sandoval es Casey McGehee, a quien obtuvieron de los Marlins en un canje por dos prospectos.

McGehee y Aoki pegaron cinco jonrones entre los dos en 2014. Sandoval y Morse sacudieron 16 cada uno.

Los juegos de pretemporada no son tomados en muy serio, son exhibiciones para irse poniendo en forma. Pero Bochy no escondió su enojo porque al promediar sus ensayos en Arizona no batean nada, cometen muchos errores y la efectividad de sus lanzadores es astronómica.

«No estamos ni siquiera cerca de estar listos (para iniciar la campaña regular)», advirtió Bochy, añadiendo que en «todas las facetas del juego no estamos nada bien».

Para colmo de males, su líder y jardinero derecho Hunter Pence —que actuó en los 162 juegos los últimos dos años— se fracturó el antebrazo de izquierdo y se perderá todo el mes de abril.

Lo que debe salir bien:

Con la partida de Sandoval, la presencia del cátcher Buster Posey (22 jonrones y .854 de OPS) es más esencial para la ofensiva de un equipo que predica el contacto y poncharse poco. Posey tiene 27 años y tal vez sea prudente pensar en serio si debiera jugar en la primera base para cuidar la inversión de 164 millones por el Jugador Más Valioso de 2012. Fue evidente que Posey acusó el rigor de defender la receptoría, ya que para octubre se convirtió en un bateador de puros sencillos.

¿Será este el año del gran destape de Brandon Belt? El inicialista sacudió cinco jonrones en sus primeros ocho juegos de 2014. Pero la fractura del dedo pulgar y una conmoción acabaron limitándole a 61 partidos, sin poder mantener la línea de ascenso de la campaña previa.

La baja de Scutaro permitió el descubrimiento de Joe Panik en la intermedia. Panik fue una grata sorpresa en la recta final de la temporada al batear para .305 en 73 juegos, además de lucirse con su defensa. Con Brandon Crawford en el campocorto, los Gigantes parecen tener una sólida combinación en el medio de su cuadro interior.

Bochy sabe manejar con maestría las piezas de su bullpen, que sigue igual con el cerrador Santiago Casilla, acompañado por Romo, Javier López, Jeremy Affeldt y Jean Machí.

El peor escenario:

Hay inquietud por el pitcheo abridor, habitualmente el fuerte de los equipos de Bochy.

¿Acusará cansancio Bumgarner tras cubrir 270 innings entre la temporada regular y los playoffs? Tim Hudson tiene 39 años y recién en enero se operó el tobillo derecho para remover espolones óseos. Cain trata de volver tras cirugías en el tobillo codo. La efectividad de Tim Lincecum los últimos tres años es de 4.76, distante del nivel del pitcher que ganó Cy Youngs consecutivos entre 2008-09. La ventaja es que tendrán a Vogelsong y el venezolano Yusmeiro Petit para emergencias.

La espalda de Pagán. Clave en la conquista del campeonato de 2012, el puertorriqueño apenas ha disputado 167 juegos en los últimos dos años. Se tuvo que operar la espalda y su actividad en la pretemporada estuvo frenada por dolor dorsal. No descarten que venezolano Gregor Blanco y el recién adquirido Justin Maxwell tengan más acción.

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