Vigilancia forestal

Parece que hay muchas instituciones públicas que de verdad han recortado personal. ¡Y qué bueno! Siempre se ha dicho que el Estado dominicano y especialmente sus nóminas son demasiado grandes y con creciente vocación elefantiásica estimulada…

Parece que hay muchas instituciones públicas que de verdad han recortado personal. ¡Y qué bueno! Siempre se ha dicho que el Estado dominicano y especialmente sus nóminas son demasiado grandes y con creciente vocación elefantiásica estimulada con los cambios de gobierno.

Como sigue gobernando el mismo partido, los administradores y funcionarios no tienen tanta presión para crear nuevos puestos, no siempre necesarios. La administración Medina llegó con la idea de recoger un poco, y parece que lo hicieron en diferentes áreas, tanto que quizás en algunas se les fue la mano.

Lo anterior viene a cuento por el relato que hacen los empleados del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales al periodista Genrris Agramonte, según el cual esa institución sólo cuenta con diez vigilantes forestales para las provincias Bahoruco e Independencia, una zona algo despoblada con una extensión territorial de más de 3 mil kilómetros cuadrados. Además, por los escasos recursos que llegan a las oficinas locales, a veces los vigilantes no reciben las asignaciones de combustibles para realizar las rondas de vigilancia que por la distancia no se pueden hacer a pie.

La nómina fue recortada y reducida la vigilancia, consecuentemente se han disparado las agresiones forestales en los puntos más cercanos a la frontera, sobre todo en la proximidad de Jimaní. La práctica más extendida es la producción de carbón vegetal.

Los guardianes forestales son empleados de bajo costo, a veces con salarios por debajo del mínimo, y realizan una labor encomiable. Esos servidores difícilmente se confabulan con los traficantes de carbón y de madera. Son un valladar contra los depredadores.

El carbón incautado en la frontera es prueba inequívoca de que hay daños. Las autoridades lo saben. Y no percibimos respuestas.

Quizás incorporar más efectivos a la nómina de vigilantes forestales podría atenuar la destrucción. Total, ni tanto cuestan empleados de salarios mínimos. Ellos podrían hacer más efectiva la labor de ciertos guardias que para algunos son cómplices de los traficantes de carbón y madera.

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