Rubén Bichara afirma que Punta Catalina marcha a buen ritmo

El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, aseguró ayer que el proyecto Punta Catalina, en Baní, donde se levantan dos plantas eléctricas a carbón, marcha a un…

El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, aseguró ayer que el proyecto Punta Catalina, en Baní, donde se levantan dos plantas eléctricas a carbón, marcha a un ritmo excelente y acorde con lo programado cuando fue ideado.

“Estamos en la parte final del cierre del financiamiento. Son proyectos que involucran unos montos cuantiosos de recursos y lograr cerrar los financiamientos para cualquier tipo de proyecto de esa magnitud y de otros más pequeños no es una tarea fácil y no se hace en menos de un año. Nosotros logramos la aprobación congresual en mayo del pasado año y ya para junio empezamos las gestiones formales de los financiamientos. Los burós de crédito de los bancos con los cuales se concursó en la oferta económica ya firmaron o aprobaron esos financiamientos y estamos a la espera de formalizar todo lo concerniente a eso”, apuntó el funcionario, entrevistado en la parte concerniente al Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe.

“Es decir, que el avance de los financiamientos está a diez meses después de haber logrado esa aprobación del Congreso y ya los tenemos ahí a la puerta. Lo que falta es la parte protocolar de llevarlos al Congreso y posteriormente a eso, van a entrar los desembolsos de esos recursos”, aseguró el vicepresidente de la CDEEE. En la conversación dejó claro que el proyecto avanza sin dilación alguna en su desarrollo, en sentido general.

Rememoró que ha habido la contrapartida local, por US$300 millones, y que fue lo que permitió colocar las órdenes de los equipos en la fábrica y toda la parte de obras civiles que involucra el terreno. Y agregó que en adición al monto citado hubo otros US$300 millones, que fueron concedidos a título de préstamo al consorcio con el aval de la institución y que con esa disponibilidad de recursos es que el proyecto ha podido avanzar hasta el nivel actual.

El proyecto Punta Catalina tiene un monto total de US$1,945 millones y de esos recursos hay unos US$600 millones que han sido invertidos y los financiamientos que se esperan son por unos US$1,200 millones.
“Prácticamente, si tomamos en consideración lo que se ha invertido ya, lo que va a entrar por los financiamientos internacionales y el tiempo de duración de la obra, con eso estaríamos fondeando el proyecto. El resto que pueda haber de diferencia, que serían unos 150 millones de dólares, no sería un problema para la obra”, le dijo Jiménez Bichara al director de elCaribe, Osvaldo Santana, cuando le preguntó sobre el particular.

Sostuvo que si el proyecto se prorratea o distribuye en un espacio de dos años, es probable que pueda cubrirse con la propia asignación presupuestaria. “Pero también, un proyecto que ya tenga invertido 600 millones de dólares y que haya obtenido una ponderación y una evaluación económica y un retorno de cuatro a cinco años, no tendría ninguna dificultad en obtener los recursos para terminar el proyecto. En el plano de la operación comercial, para el proyecto hay que pensar que estará listo en el último trimestre de 2017, si los cálculos de Jiménez Bichara no fallan.

El funcionario no acudió solo a la entrevista. Lo acompañaron dos técnicos con vasta experiencia en el sector eléctrico: Radhamés del Carmen, director de Proyectos y Control de Gestión, y Juan Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional de Energía. En el encuentro estuvo también Lidia Medina, directora de Comunicación Estratégica de la CDEEE.

Entre Del Carmen y Rodríguez hay una sumatoria de experiencias, pues ambos han manejado áreas sensibles en las Empresas Distribuidoras de Electricidad (Edes), tanto la parte operativa como la gerencial y la administrativa.

Sobre el estado actual del sector eléctrico, el vicepresidente de la CDEEE dijo que hay una coyuntura muy favorable, alimentada por el impacto de la baja de los combustibles en el servicio. “Esa reducción de los precios de los combustibles ha permitido trabajar con mucho más holgura y menos presión, pero también nos ha dado la razón en algo que habíamos pregonado constantemente y algunos no entendían la afirmación en su totalidad. Realmente, la generación es el área que más puede aportar a la solución del problema. Fíjense ustedes como la baja de los combustibles, en este caso del petróleo, significa para las compras nuestras 500 millones de dólares en reducción de compras en un año. Eso nos dice que si se logra un parque de generación económicamente sostenible a más bajo costo, habremos resuelto más del 50% de déficit que tiene el sector eléctrico”, indicó.

Cuando Jiménez Bichara tocó ese aspecto lo hizo respondiendo a una pregunta de la editora de elCaribe Digital, Sandra Guzmán. En la entrevista participó también Héctor Linares, editor de la sección Dinero.

¿Y la reducción de pérdidas?

Jiménez Bichara informó que a nivel de proyectos de reducción de pérdidas se han completado entre 80 y 90 proyectos, y otras decenas (quizás unos 15 o 20 con recursos propios), lo que ha permitido un incremento de las cobranzas, que se refleja a su vez en los clientes que han sido integrados al servicio 24 horas, así como en la incursión de clientes telemedidos. Según las cifras que ofreció, se está telemidiendo un 60% de la energía que se factura, lo cual es un gran avance y refleja que hay un “norte claro” de hacia dónde se quiere llegar para dejar el problema de la electricidad atrás.

El vicepresidente de la CDEEE favorece un procedimiento que haga reflejar el comportamiento de los precios de los combustibles en la tarifa eléctrica. Algo así como que “si la gasolina y el gasoil bajan, la factura eléctrica llegue más baja, y viceversa”. “Eso habrá que trabajarlo y habrá que normarlo y procedimentarlo, porque en la generación, el combustible, en la mayoría de los casos representa un 70% del costo. Es decir, que es un impacto material importantísimo que bien podría reflejarse”, aseguró.

A pesar de que los combustibles han estado a la baja, empujados por la caída del costo del petróleo, eso todavía no compensa el descalce que hay entre el costo de producción de la energía y el costo que se está reflejando en el costo de la tarifa. De hecho, en vísperas del encuentro con el funcionario de la CDEEE, la Superintendencia de Electricidad informó que la tarifa para los usuarios no subirá este mes de abril, pero para eso el Estado tendrá que disponer de un subsidio por RD$195.5 millones. El año pasado el subsidio rozó el borde de los US$1,300 millones, dijo Jiménez Bichara. “Y para ser objetivos habría que considerar todas las exoneraciones de que es objeto el sector, incluidos aquellos que entran como derechos ganados por el propio sector. Si eso se cuantifica, el subsidio sin duda alguna se elevaría”.

La CDEEE trabaja en tres áreas vitales en procura de conseguir una solución integral del tema eléctrico. Esos ejes son: rebaja del costo de producción, a través del cambio de matriz; la reducción de las pérdidas por energía servida y no recuperado el dinero; y una eficiencia de gestión, sumándole la inversión necesaria en transmisión.

¿Se privatizarán hidroeléctricas?

Ese es un tema que ha estado caliente, expuso ayer Jiménez Bichara, y aseguró que la propuesta gubernamental es la más atinada, si se quiere ser receptor de inversiones privadas en el área de las hidroeléctricas. Y eso no debe ser sobre las empresas que ya existen, de acuerdo a su punto de vista. “Si ustedes analizan cualquier hidroeléctrica que hayamos construido, su objetivo primero era el tema de la agricultura, el segundo el de agua para las casas y en tercer lugar estaba el tema eléctrico. Lo que se ha propuesto va en el camino de hacer posible la inversión que podría llegar y hacer mucho más transparente esa negociación entre el sector público y el privado para nuevos proyectos de generación hidroeléctrica”, expuso.

En otra parte de la conversación informó que ha habido un crecimiento de circuitos 24 horas, con 325 mil clientes. Eso es un 29% más de lo que se tenía tiempo atrás, calculó Radhamés del Carmen. Mientras, Juan Rodríguez aseguró que cuando se dio inicio a los proyectos de prepago, era para comunidades de alto ingreso salarial. Entre las ventajas de los medidores prepago citó que las pérdidas en esos circuitos donde operan están por debajo de otros lugares.

Mucha gente se alumbra pero aún le corre al pago 

En el país más del 95% de los hogares tiene electricidad, pero eso no significa que todos pagan el servicio que reciben. Cuando las actuales autoridades eléctricas asumieron en 2012, las pérdidas estaban en 35.6% y han logrado bajarlas a 31.7%. El número de pagadores ha aumentado en 267,500. En cifras globales, de dos millones de clientes que facturan, solo un millón 700 mil pagan, incluidos los que reciben Bonoluz. Cuando Del Carmen hace un cálculo más profundo concluye en que en definitiva, la cantidad de usuarios de electricidad que no pagan alcanzan los 500 mil y 700 mil. Pero aclara que esos usuarios son los de menor consumo. De otro lado, Jiménez Bichara expuso que el país crece a 120 megavatios por año. 

Los clientes se mueven hacia el sistema prepago

Al sistema prepago se han adicionado unos 6,500 clientes, lo que indica que en general existen casi 10,000 clientes con esa modalidad. El prepago solo funciona si se garantiza a la gente 24 horas de energía.

El vicepresidente de la CDEEE no se zafó de los números en toda la entrevista de ayer. Informó que se han realizado más de 100 proyectos de rehabilitación en el sistema eléctrico y otras labores en telemedición y prepago. Los trabajos no se han hecho necesariamente con recursos propios, sino con préstamos de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones, entre otros.

Los bancos miran bien dónde se planta el dinero

Para las labores de rehabilitación de redes las instituciones financieras internacionales antes mencionadas no solo han prestado el dinero, sino que evalúan el impacto que tiene la inversión de esos fondos, por ejemplo, en las comunidades. Y en esas evaluaciones han otorgado buenas notas, indicaron los funcionario de la CDEEE.

En general, en rehabilitación de redes, entre lo invertido por las Edes y los bancos (internacionales) suman unos US$200 millones, de una estimación global de inversión por US$800 millones. En trámite hay unos US$300 millones, calculó el director de Proyectos y Control de Gestión de la CDEEE.

Jiménez y Pelegrín no piensan de igual forma

Cuando al vicepresidente de la CDEEE se le preguntó sobre las objeciones que tiene el ministro de Energía y Minas, Pelegrín Castillo, sobre el levantamiento de proyectos de gas natural en el Este del país, respondió: “Eso es un punto de vista. Nosotros estamos de acuerdo con todo el que quiera hacer una infraestructura para ayudar el sistema”. Hace varios días Pelegrín Castillo reiteró su posición de que no es sensato construir una nueva terminal de importación, almacenamiento y regasificación de gas natural en el Este del país, debido a que la terminal existente, ubicada en Punta Caucedo, se encuentra subutilizada. Castillo prefiere que la inversión se haga en el norte del país.

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