Era las 10 de la mañana de ayer. El tránsito exhibía el trajín del inicio de semana en las intersección John F. Kennedy con Máximo Gómez. Pero ni el ruido de las bocinas, ni los rayos del sol molestaron el profundo sueño de dos menores haitianos que dormían abrazados sobre el puente peatonal. Ayer, los niños, entre 15 y 10 años dormían sobre el puente peatonal que cruza las citadas avenidas. La dramática escena llamó la atención de todo el que pasaba por él.
Los jovencitos hicieron de cajas viejas, una sábana de cartón, que poco les protegía de la dureza del concreto y el calor del sol. Como ellos, a decenas de niños pedigüeños, que pululan por las calles de esta metrópolis, se les arrebatan los derechos de la niñez. A consecuencia, se lanzan a las calles en la lucha por la supervivencia. Los puentes peatonales, la parte baja de los elevados y los parques se han convertido en albergues de niños y adultos, que deambulan por las vías de la capital.
