El video musical como camino al cine, fórmula de éxito para directores

Antes que el director y productor estadounidense Michael Bay alcanzara la fama en el cine por sus películas de alto presupuesto como Armageddon, The Rock, Pearl Harbor, Bad Boys, Bad Boys II, Transformers, Transformers: la venganza de los caídos,…

El video musical como camino al cine, fórmula de éxito para directores

Antes que el director y productor estadounidense Michael Bay alcanzara la fama en el cine por sus películas de alto presupuesto como Armageddon, The Rock, Pearl Harbor, Bad Boys, Bad Boys II, Transformers, Transformers:…

Antes que el director y productor estadounidense Michael Bay alcanzara la fama en el cine por sus películas de alto presupuesto como Armageddon, The Rock, Pearl Harbor, Bad Boys, Bad Boys II, Transformers, Transformers: la venganza de los caídos, Transformers: el lado oscuro de la luna o Transformers: la era de la extinción, ya era bien conocido por sus interesantes trabajos en el mercado de los videos musicales, donde implantó un estilo que se destaca en “Soldier Of Love” (1989), de Donny Osmond; “Angelia” (1989), de Richard Marx, y “I Touch Myself” (1990), de Divinyls, entre otros.

Precisamente, fue este éxito en el mundo del video clip que atrajo la mirada de los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson, quienes lo ficharon para dirigir el filme Bad Boys, con el que Bay marcó su debut en la pantalla grande (1995). Un debut envidiable en términos económicos si se toma en cuenta que la cinta costó 19 millones de dólares y recaudó U$141 millones.

Algo parecido ocurrió con Brett Ratner, quien dirigió videos musicales antes de alcanzar el estrellato en la pantalla grande con la comedia de acción Rush Hour (1998), protagonizada por Jackie Chan y Chris Tucker.

Tarsem Singh es otra figura que logró relevancia en la industria cinematográfica de la misma forma que sus famosos colegas. Luego de estudiar en el Himalaya de la India, se trasladó a los Estados Unidos, donde de inmediato ganó reconocimiento por sus atractivos videos, como “Losing My Religion”, de REM, que le hizo merecedor del premio MTV al Mejor Video. Pero fue en el 2000 que dirigió su primer largometraje, La Celd.

Los directores Michael Bay, Brett Ratner y Tarsem Singh son tan solo tres ejemplos que muestran que alcanzar el éxito en el cine internacional no está muy lejos del mundo de los videos musicales.

En República Dominicana, esta transición se ha ido acentuando cada vez más en el panorama audiovisual, especialmente desde la entrada en vigencia de la Ley de Cine. Directores locales de videos han dado el salto con éxito al exigente mundo cinematográfico, entre ellos el multipremiado realizador Juan Basanta, quien debutó en el 2013 con la película Biodegradable, y ahora está produciendo La gunguna, que se estrenará el 16 julio en los cines dominicanos.

Aunque muchos profesionales abrazan en principio los cortometrajes como escape para llegar a la pantalla grande, este realizador comenzó a enfilar sus cañones hacia el cine a través del video clip.

“En el caso mío, en la libertad de la música busqué expresarme cinematográficamente”, dijo Basanta en una entrevista telefónica con elCaribe.
Antes de Biodegradable , una larga lista de videos musicales había posicionado a Basanta como uno de los productores más importantes en el negocio a partir de 1990, cuando, en colaboración con Félix Germán, dio vida al visual de la canción “Burbujas de amor”, del cantautor Juan Luis Guerra.

Al líder de la agrupación 440 le ha desarrollado producciones en puntuales etapas de su vida artística como fue en “Las avispas”. “En aquel momento ya tenía cierto distanciamiento con Bienvenido Rodríguez (Karen Records), quien por una razón u otra está vinculado a mi familia, y (Juan Luis) me lleva con él a Venevisión para hacer Las avispas… Eso me dio un reconocimiento muy particular (…), un momento de gloria muy especial”, recuerda Basanta, quien además le produjo clip a los cortes “Quisiera”, “Qué bonita luna” y “Hormiguita”.
“Para mí es un gran honor por la dimensión como artista que tiene Juan Luis Guerra”, agregó Basanta.

Múltiples reconocimientos, entre ellos seis premios Casandra (hoy Soberano), hablan por sí solos de la calidad de este veterano director. Haber llevado al grupo Aventura a contar historias como “Hermanita” (2003) y con “La boda” (2005), que tienen cierta carga social y emocional muy fuerte, también le llenan de prestigio. Trabajó con buena estética haciendo “Tu recuerdo”, de Ilegales; le dio otra dimensión a la bachata con Andy Andy con una grabación épica de 10 minutos como lo fue “Qué ironía”; y ha logrado excelentes propuestas para artistas internacionales de la talla de Tego Calderón.

“Le agradezco mucho a Don Omar, Daddy Yankee, Jerry Rivera, Manny Manuel, Ednita Nazario. No puedo dejar de mencionar a Angelo Medina, gente que desde Puerto Rico vino a trabajar con nosotros”, detalló antes de agradecer a Acroarte, porque cambió su carrera, a Vladimir Dotel y a Franklin Romero, por creer en su talento.

Su primera película, Biodegradable, “es un hijo que adoro, que quiero y que estoy aún cuidando, porque todavía está sonando para algunos mercados y otras cosas importantes”. “Grato ha sido el proceso posterior. Creo que tal vez la hice a destiempo o no llegó al gran público de masas como hubiese querido, pero sí te puedo decir que me sentí muy libre…”, sostuvo.

Ahora, insiste, está muy orgulloso de lo que ha logrado como productor en La gunguna, que dirige Ernesto Alemany, a quien conoció como asistente de producción en el filme Azúcar amargo. Alemany viene del campo de la publicidad, más que todo, y de los videos musicales.

Otro de los nuevos directores de cine que primero probaron las mieles del éxito con los videos clips es Pedro Urrutia. Se inició haciendo videos para artistas como Melymel (“En francés”), Ruina Nueva, Joe Veras y Vakeró, (“Ay mami” y “Que mujer tan chula”), resultando ganador con este último de una estatuilla en el apartado Mejor Video en los premio Soberano.

El pasado año estrenó su ópera prima Código paz. Tres premios Soberano, nueve trofeos en La Silla, y el reconocimiento de la crítica son algunas de las bendiciones que logró con su primer proyecto en la pantalla grande.

La transición de la dirección de Videos musicales a la cinematografía sigue llamando la atención en el país, algunas figuras como Alberto Zayas hacen sus amarres para dar ese salto, otros continúan nutriendo esa pasión que crece cada vez más. 

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Antes que el director y productor estadounidense Michael Bay alcanzara la fama en el cine por sus películas de alto presupuesto como Armageddon, The Rock, Pearl Harbor, Bad Boys, Bad Boys II, Transformers, Transformers: la venganza de los caídos, Transformers: el lado oscuro de la luna o Transformers: la era de la extinción, ya era bien conocido por sus interesantes trabajos en el mercado de los videos musicales, donde implantó un estilo que se destaca en “Soldier Of Love” (1989), de Donny Osmond; “Angelia” (1989), de Richard Marx, y “I Touch Myself” (1990), de Divinyls, entre otros.

Precisamente, fue este éxito en el mundo del video clip que atrajo la mirada de los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson, quienes lo ficharon para dirigir el filme Bad Boys, con el que Bay marcó su debut en la pantalla grande (1995). Un debut envidiable en términos económicos si se toma en cuenta que la cinta costó 19 millones de dólares y recaudó U$141 millones.

Algo parecido ocurrió con Brett Ratner, quien dirigió videos musicales antes de alcanzar el estrellato en la pantalla grande con la comedia de acción Rush Hour (1998), protagonizada por Jackie Chan y Chris Tucker.

Tarsem Singh es otra figura que logró relevancia en la industria cinematográfica de la misma forma que sus famosos colegas. Luego de estudiar en el Himalaya de la India, se trasladó a los Estados Unidos, donde de inmediato ganó reconocimiento por sus atractivos videos, como “Losing My Religion”, de REM, que le hizo merecedor del premio MTV al Mejor Video. Pero fue en el 2000 que dirigió su primer largometraje, La Celd.

Los directores Michael Bay, Brett Ratner y Tarsem Singh son tan solo tres ejemplos que muestran que alcanzar el éxito en el cine internacional no está muy lejos del mundo de los videos musicales.

En República Dominicana, esta transición se ha ido acentuando cada vez más en el panorama audiovisual, especialmente desde la entrada en vigencia de la Ley de Cine. Directores locales de videos han dado el salto con éxito al exigente mundo cinematográfico, entre ellos el multipremiado realizador Juan Basanta, quien debutó en el 2013 con la película Biodegradable, y ahora está produciendo La gunguna, que se estrenará el 16 julio en los cines dominicanos.

Aunque muchos profesionales abrazan en principio los cortometrajes como escape para llegar a la pantalla grande, este realizador comenzó a enfilar sus cañones hacia el cine a través del video clip.

“En el caso mío, en la libertad de la música busqué expresarme cinematográficamente”, dijo Basanta en una entrevista telefónica con elCaribe.
Antes de Biodegradable , una larga lista de videos musicales había posicionado a Basanta como uno de los productores más importantes en el negocio a partir de 1990, cuando, en colaboración con Félix Germán, dio vida al visual de la canción “Burbujas de amor”, del cantautor Juan Luis Guerra.

Al líder de la agrupación 440 le ha desarrollado producciones en puntuales etapas de su vida artística como fue en “Las avispas”. “En aquel momento ya tenía cierto distanciamiento con Bienvenido Rodríguez (Karen Records), quien por una razón u otra está vinculado a mi familia, y (Juan Luis) me lleva con él a Venevisión para hacer Las avispas… Eso me dio un reconocimiento muy particular (…), un momento de gloria muy especial”, recuerda Basanta, quien además le produjo clip a los cortes “Quisiera”, “Qué bonita luna” y “Hormiguita”.
“Para mí es un gran honor por la dimensión como artista que tiene Juan Luis Guerra”, agregó Basanta.

Múltiples reconocimientos, entre ellos seis premios Casandra (hoy Soberano), hablan por sí solos de la calidad de este veterano director. Haber llevado al grupo Aventura a contar historias como “Hermanita” (2003) y con “La boda” (2005), que tienen cierta carga social y emocional muy fuerte, también le llenan de prestigio. Trabajó con buena estética haciendo “Tu recuerdo”, de Ilegales; le dio otra dimensión a la bachata con Andy Andy con una grabación épica de 10 minutos como lo fue “Qué ironía”; y ha logrado excelentes propuestas para artistas internacionales de la talla de Tego Calderón.

“Le agradezco mucho a Don Omar, Daddy Yankee, Jerry Rivera, Manny Manuel, Ednita Nazario. No puedo dejar de mencionar a Angelo Medina, gente que desde Puerto Rico vino a trabajar con nosotros”, detalló antes de agradecer a Acroarte, porque cambió su carrera, a Vladimir Dotel y a Franklin Romero, por creer en su talento.

Su primera película, Biodegradable, “es un hijo que adoro, que quiero y que estoy aún cuidando, porque todavía está sonando para algunos mercados y otras cosas importantes”. “Grato ha sido el proceso posterior. Creo que tal vez la hice a destiempo o no llegó al gran público de masas como hubiese querido, pero sí te puedo decir que me sentí muy libre…”, sostuvo.

Ahora, insiste, está muy orgulloso de lo que ha logrado como productor en La gunguna, que dirige Ernesto Alemany, a quien conoció como asistente de producción en el filme Azúcar amargo. Alemany viene del campo de la publicidad, más que todo, y de los videos musicales.

Otro de los nuevos directores de cine que primero probaron las mieles del éxito con los videos clips es Pedro Urrutia. Se inició haciendo videos para artistas como Melymel (“En francés”), Ruina Nueva, Joe Veras y Vakeró, (“Ay mami” y “Que mujer tan chula”), resultando ganador con este último de una estatuilla en el apartado Mejor Video en los premio Soberano.

El pasado año estrenó su ópera prima Código paz. Tres premios Soberano, nueve trofeos en La Silla, y el reconocimiento de la crítica son algunas de las bendiciones que logró con su primer proyecto en la pantalla grande.

La transición de la dirección de Videos musicales a la cinematografía sigue llamando la atención en el país, algunas figuras como Alberto Zayas hacen sus amarres para dar ese salto, otros continúan nutriendo esa pasión que crece cada vez más. 

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