Danilo Medina y su prolongado silencio con la prensa

Danilo Medina tiene casi tres años siendo presidente del país y en ese periodo son escasas las veces que ha hablado con la prensa. Son tan pocas las ocasiones en que el mandatario contesta preguntas a los reporteros que éstas podrían contarse con&#82

Danilo Medina tiene casi tres años siendo presidente del país y en ese periodo son escasas las veces que ha hablado con la prensa. Son tan pocas las ocasiones en que el mandatario contesta preguntas a los reporteros que éstas podrían contarse con los dedos de las manos.

Igual pasa con la población, a la cual se ha dirigido en una sola ocasión, con excepción de lo exigido por Ley, que es cuando rinde cuenta de su gestión.
A diferencia de su antecesor, Leonel Fernández, quien, aunque tampoco era muy locuaz con los medios de comunicación, eventualmente concedía entrevistas a programas de televisión y hablaba con los periodistas en los actos a los que asistía.

Medina, por el contrario, asume una actitud casi hermética cuando está en una actividad y es abordado por los periodistas. Y, aunque permite su acercamiento y hasta los saluda y les manda besos con las manos, no responde a los cuestionamientos que estos le hacen. No importan las preguntas, ni las formas en qué se las hagan, la respuesta es siempre la misma: un silencio total y una concentración absoluta en lo que ocupe su atención en ese momento. Puede tratarse de una inauguración de obras, una visita oficial a una persona o entidad, al igual, que una de sus actividades cotidianas, el comportamiento es el mismo. El presidente es sistemático en eso. No se detiene a hablar con la prensa, si es que la seguridad permite el acceso a él.

Tampoco acostumbra a participar en programas de entrevistas nacionales ni internacionales. En el tiempo que tiene al mando de la nación rompió su propia regla y lo hizo en el programa radial “Zol de la Mañana”, al cual dio una entrevista, pero a un equipo de periodistas de su confianza. El hecho ocurrió durante la visita que realizó a finales de septiembre de 2014 a Nueva York, Estados Unidos, a la Asamblea de la Organización de las Naciones (ONU), fecha en que el equipo del programa transmitió desde esa ciudad por cuatro días, y cuyo contenido incluyó todas las incidencias de la visita del presidente al organismo.

Medina tampoco se dirige a la nación en las famosas alocuciones que los jefes de Estados suelen realizar en cadena cuando los países que dirigen atraviesan por una crisis o un escándalo que involucra a su gobierno (el déficit fiscal, el caso Loma Miranda, las observaciones al Código Penal, el tema migratorio, las acusaciones de corrupción y los sometimientos judiciales a exfuncionarios). Todos esos temas no han provocado una sola palabra del estadista.

A excepción de las ocasiones solemnes que lo ameritan, como es el 27 de Febrero, Medina ha hablado a la nación solo en una ocasión y lo hizo cuando cumplió los primeros 100 días de su gobierno. Para la fecha, 28 de noviembre de 2012, anunció que llevaría una reforma tributaria que consideraba “impostergable” y que permitiría cumplir con cuatro objetivos fundamentales para el país, los que enumeró como: 1) justicia en el pago de impuestos, 2) combate a la evasión y el contrabando, 3) estímulo a la formalización de amplios sectores de la economía y 4) cumplir con las metas para el desarrollo del país.

Luego de esa alocución, y unas que otras palabras breves a cuestionamientos de periodistas, en septiembre del 2014, Medina volvió a romper con lo que podría llamarse su estilo de manejarse con los medios y convocó a un encuentro con los representantes de la prensa acreditados al Palacio Nacional y ahí, durante un almuerzo que les ofreció, contestó las preguntas que le hicieron. En la ocasión, compartió con ellos en varias mesas y hasta se tomó fotografías con algunos de los reporteros.

Luego de ese episodio volvió el mutismo presidencial y siete meses después, habló con periodistas dominicanos, pero lo hizo en Panamá durante la VII Cumbre de las Américas celebrada en abril de este año. Ahí concedió una entrevista a Nuria Piera, directora de NCDN, canal 37; Roberto Cavada, de Telenoticias, del canal 11; Alicia Ortega, de Noticias SIN, y José Monegro, subdirector del periódico El Día.

“Les debo una y casi casi la voy a cumplir”

El miércoles tres de este mes fue uno de esos pocos días que el jefe de Estado rompió su acostumbrada mudez y aunque, con una sola frase, contestó al enjambre de preguntas de los reporteros. “Les debo una y casi, casi la voy a cumplir”, dijo en Uvero Alto, en Punta Cana, donde acudió al inicio de la construcción de un hotel de lujo. Esa fue su reacción a las preguntas que se les hacían sobre la reelección presidencial en ocasión del debate que se daba en esos días en el Congreso Nacional sobre la reforma constitucional, que finalmente fue aprobada en Asamblea Nacional y que se espera sea proclamada este sábado. Aparentemente esas brevísimas palabras son, hasta ahora, la respuesta de Medina a la presión social de que se pronuncie sobre la reforma impulsada por sus cercanos colaboradores y otros grupos con la intención de que él pueda optar por otro periodo de gobierno.

Posteriormente, específicamente el lunes ocho de este mes, el mandatario compartió algunas palabras con los comunicadores cuando acudió al velatorio del empresario deportivo Miguel Feris Iglesia en la Funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, en el Distrito Nacional. Ahí no se refirió a temas políticos tampoco, sino que habló de las cualidades del fenecido.

El misterio de las “visitas sorpresa”

Un punto negativo en la política de comunicación aplicada por el equipo del gobernante, es que la Presidencia no informa a los medios de comunicación las actividades de éste, con excepción de inauguraciones de obras y eventos muy específicos, lo que convierte el asunto en una comunicación unidireccional. La prensa nunca sabe a dónde irá el mandatario y muchas veces los periodistas apostados en el Palacio se enteran por las redes sociales que éste está en un lugar determinado y corren para allá rápidamente para cuando llegan al sitio encontrarse que ya se había retirado.

En las llamadas “visitas sorpresa” tampoco se puede abordar a Medina, porque se ejecutan con el mayor hermetismo posible y en lugares lejanos del país, además de que cuando el Gobierno las da a conocer es porque ya han concluido y los medios tienen que conformarse con la nota de prensa que envía la Dirección General de Comunicación (Dicom), en las que, por supuesto, están las declaraciones del mandatario, las del o los representantes de los productores que visitó y las icónicas fotografías del encuentro, las cuales muestran la alegría del momento, así como los abrazos y besos a los lugareños, cuyos rostros lucen resplandecientes de felicidad.

Montalvo, más silente que Medina

Más extraño aún es que el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, uno de los funcionarios más poderosos del Gobierno y cercano al jefe de Estado, nunca ha concedido una entrevista ni habla con los periodistas que lo abordar en los pasillos del Palacio. Cuando quiere fijar posición sobre algo, lo que hace con mucha frecuencia, lo hace a través de su cuenta de Twitter @GMontalvoFranco o a través de una nota de prensa que hace llegar a los medios.

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