TLC no reposiciona en RD vehículos fabricados en EU

Cuando se negociaba el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, conocido como DR-Cafta, se propagó la idea de que habría baja de precios en los productos procedentes del mercado estadounidense. Y en…

Cuando se negociaba el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, conocido como DR-Cafta, se propagó la idea de que habría baja de precios en los productos procedentes del mercado estadounidense. Y en ese mensaje sublime, los vehículos estaban en primer orden.

Se proyectaba que los autos estadounidenses estarían más barato, que las marcas norteamericanas volverían a adueñarse del mercado automotriz dominicano. Con el paso del tiempo, los pronósticos no se han cumplido del todo.

Con algunas mejoras en ciertas marcas “americanas”, los vehículos asiáticos han mantenido el dominio que desde mediado de la década de los 70 han ejercido en el mercado dominicano, con nuevos actores como Corea y China. Los japoneses fueron los primeros en ponerse en primer lugar de la preferencia de los compradores dominicanos, con unas seis marcas que antes de posicionarse eran vistas con recelos y bautizadas con sinónimos peyorativos.

El DR Cafta, que entró en vigencia gradual en el 2007 para el renglón vehículos, eliminó el arancel para los autos de manufactura norteamericana, con lo que los pone en una ventaja de costos de al menos un 10%, que es la tasa arancelaria que se le aplica a ese renglón.

Pero al parecer hay otros factores, otros costos, que anulan esa ventaja y mantiene a los vehículos asiáticos con ciertos niveles de competitividad frente a los estadounidenses y a los europeos, que también tienen un régimen arancelario diferenciado, motivado en el EPA, el acuerdo de Asociación Económica de la Unión Europea con los países del Caricom.

El factor costo de la mano de obra es la diferencia. Según opina Enrique Fernández, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave), un obrero de una automotriz norteamericana llega a su trabajo en un automóvil, mientras que un trabajador asiático lo hace en un transporte público o en bicicleta. Esos elementos contribuyen a que la mano de obra, que tiene un peso importante en la industria automotriz, sea más barata en las plantas asiáticas que en las estadounidenses y europeas.

Otros elementos de costos, como la devaluación del yen y otras monedas asiáticas y la fortaleza del dólar y el euro, también tienen su cuota de responsabilidad en el precio final de los automóviles.

Hay un factor que condiciona al comprador y es la percepción de que el vehículo japonés, que aunque ha bajado al segundo lugar en venta local todavía conserva la característica de ser el referente, tiene una depreciación teórica menor que el americano y europeo. Para vender un vehículo usado japonés, el valor es superior al de uno similar norteamericano. Hugo Beras, productor de un programa especializado en automovilismo, estima que la depreciación de un vehículo japonés se detiene en los primeros cinco años. En ese período, a menos que suceda una eventualidad, la depreciación se da en porcentajes fijos, y después del quinto año es más lenta por lo cual conserva más valor. La preferencia del mercado dominicano está muy inclinada hacia los vehículos “todo terreno”, pero los fabricantes estadounidenses no han podido producir ese tipo en versión económica, situación que los pone en desventaja frente a los japoneses y coreanos.

Los países con los cuales la República Dominicana tiene vigente los acuerdos DR-Cafta y EPA producen en sentido general vehículos más caros, por lo que el 10% de arancel que eliminan esos tratados, se anula por factor costo.

Pero no obstante esa situación, para el mercado norteamericano hay un notable repunte, aunque sin llegar al crecimiento experimentado por el mercado coreano, que se ha catapultado al primer lugar en unidades nuevas vendidas en el país, posición de la cual desplazó a Japón, país que lideraba las ventas de autos en la República Dominicana desde mediados de la década de los 70, cuando invadió el mercado con sus unidades pequeñas y de bajo consumo, que desplazaron a las marcas estadounidenses, caracterizadas por su alto consumo de combustibles. La crisis petrolera del 1973 cambió las preferencias hacia autos pequeños, de bajo consumo.

Estadísticas

En la última década, el mercado dominicano de vehículos nuevos ha reportado altibajos y preferencias muy marcadas, según el país fabricante.

Mientras en el 2004 las marcas japonesas representaron el 45.45% de los vehículos nuevos vendidos, en el 2014 cayeron a un 18.63% y los coreanos pasaron en el mismo período de 6.7% a 28.61%. Los estadounidenses subieron de 6.45% en el 2004 a 12.18% el año pasado, con un comportamiento de altas y bajas en ese plazo. La mayor ponderación en venta de unidades nuevas de los vehículos estadounidenses en el mercado dominicano de los últimos 10 años ocurrió en el 2012, con un 13.83%. Ese año se vendieron 3,131 unidades, de un total vendido en el mercado de 22,636 unidades nuevas.

El año pasado se vendieron 2,915 vehículos estadounidenses nuevos, 4,759 japoneses, 6,845 coreanos, 3,151 tailandeses, 1,717 chinos, 1,106 mexicanos y 918 fabricados en la India.

Después de Corea, Tailandia es el segundo fabricante más consistente en ventas en el mercado local.

Del mercado europeo asociado al EPA, las ventas locales de vehículos franceses fueron por 249 unidades, de españoles 54, de autos italianos se vendieron 95 y de alemanes 950. Los fabricantes ingleses tienen una discreta participación, la cual han aumentado a partir del 2010 cuando vendieron 324 unidades y el año pasado 388. El mejor récord lo registraron en el 2011, con 471 unidades nuevas vendidas en el país.

De los fabricantes europeos con más tradición en el mercado dominicano, los franceses están reflejando descenso en sus ventas mientras los ingleses suben. Alemania tiene una importante cuota, pero con fluctuaciones muy pronunciadas. En el 2002 se vendieron en el mercado dominicano 933 unidades nuevas, bajaron a 718 en el 2003; cayeron a 500 al año siguiente y se dispararon a 1,149 en el 2005; subieron a 1,270 en el 2006 para descender a 1,191 en el 2007. Desde entonces no han vuelto al nivel de mil unidades vendidas.

El comportamiento de mayor pérdida lo ha tenido Brasil, que de ventas centenarias y milenarias en unidades entre el 2002 y el 2010, han caído a solo dos dígitos desde el 2011. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas