Educación para la democracia

“La democracia no es un partido, no es una religión, ni es una ciencia. La democracia es una forma de ver el mundo: es una cosmovisión”. Toro, J.B.La educación para la democracia es una responsabilidad directa del Ministerio de…

“La democracia no es un partido, no es una religión, ni es una ciencia. La democracia es una forma de ver el mundo: es una cosmovisión”. Toro, J.B.

La educación para la democracia es una responsabilidad directa del Ministerio de Educación, quien debe garantizar curricularmente y en las acciones que se modelan en el sistema, que cuida y reproduce los valores que sostienen el sistema social.

La democracia no es innata, se construye en las relaciones que se establecen en una sociedad. Esas relaciones tienen que estar expresamente en el currículo. Para los fines, debe contemplar una serie de principios sencillos, pero muy significativos en su contenido. Veamos algunos de ellos:

1. Inclusión social. Todos tenemos derechos a la educación gratuita y de calidad, según nuestra Constitución.

2. Participación de todos los ciudadanos en la construcción y aplicación de las normas o leyes que van a regir el orden público. En la escuela tenemos varias instancias de participación de los actores como son las Juntas de Centro, los Comités de Cursos, entre otros.

3. Dinamismo. No existe la democracia estática. Esta como construcción social está en proceso de cambio en función de los hechos que se van produciendo. Es la incertidumbre su principal característica. Cada ciudadano construye y transforma las reglas del juego que entiende mejor favorecen la dignidad de todos.

4. Disenso. Principio asociado a la libertad que cada persona tiene a defender sus ideas. Es el principio de respeto a la diversidad.

5. Apegado a los Derechos Humanos. Debe enseñar a cuidar y proteger la vida y los demás derechos fundamentales. El currículo educativos debe ser transmisor y celoso de los valores humanos que nos unen como universo.

6. El conflicto y la complejidad son características fundamentales. En democracia, los conflictos no son vistos como problemas, sino como una oportunidad de debate y producción de conocimiento en un proceso deliberativo.

En conclusión, la rutina diaria del centro educativo, articulado con el sistema familiar, es el gran laboratorio para la construcción y el sostén de la democracia. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas