“Formaciones Económicas Precapitalistas” (Formen), Carlos Marx, 1857-1858, fue lo primero que puso en nuestras manos Juan Bosch al formar el Grupo Teórico, a su regreso al país en 1970. Marx explica “las formas que preceden a la producción capitalista”.
Éramos 9, incluyendo a Bosch. Ocho pasamos a fundar el PLD en 1973. Antes (1972), el Grupo Teórico inició las publicaciones de la “Revista Teoría y Acción”, en su contrapartida figuramos los nueve.
El país era de un modo productivo de capitalismo tardío, igual sus expresiones sociales y políticas predominantes. En su seno no había manifiesto desarrollo, por lo que eran inexistentes los capitalistas burgueses, ni clase obrera, ni se podía pretender un régimen socialista. Había grupos familiares que presumían ser de “primera”. Estas afirmaciones las avalan las estadísticas, el PIB en 1971 era un mil 666 millones de dólares; en cambio, en 2013 creció hasta 61 mil 163 millones de dólares (Banco Mundial). Como se sabe, el PIB es la riqueza que una sociedad produce en un año.
¿Qué produjo ese crecimiento en el país?
Ese crecimiento los produjeron los gobiernos del PLD, desde su llegada al poder en 1996. Se ha pretendido escamotear ese exitoso resultado, alegando que el desarrollo se inició hace 50 años. Las cifras dicen como ha sido; cuando el PLD llegó al poder (23 años después de ser fundado) el PIB era de 18 mil 138 millones de dólares, al término de ese primer mandato lo llevó a 23 mil 996 millones de dólares; es decir, 5 mil 858 millones de dólares más. Pero el gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004) lo bajó a 22 mil 39 millones de dólares, cerca de 2 mil millones menos (BM). Al volver a gobernar el PLD desde 2004, ha llevado el PIB, al 2013, en 61 mil 163 millones de dólares (BM).
Sin embargo, la pobreza en el país es la segunda en importancia de América Latina (40.1%), después de Guatemala (45.3%), -CEPAL/ BM-. En América Latina promedia 28.2%, teniendo algunos países muy bajos porcentajes, como Argentina 4.3%, Uruguay 5.9%, Costa Rica 17.6%, Brasil 18.6% (CEPAL).
La pobreza se combate con políticas públicas y a esos fines el Estado debe tener los ingresos fiscales necesarios, los cuales se obtienen con una adecuada presión tributaria. La presión promedio en América Latina es de 21% del PIB, nuestro país la tiene en 14%. Los países con alta presión tributaria tienen bajos porcentajes de pobreza, como: Argentina 37%, Uruguay 26.5%, Costa Rica 21%, Brasil 36.3%. Por demás, la baja presión tributaria obliga al gobierno a formular un presupuesto anual deficitario, el cual se cubre con deuda. Hasta este momento la deuda es manejable porque se ha mantenido por debajo del 50% del PIB, por el crecimiento de éste. Resulta insostenible mantener la presión tributaria tan baja, se hace imperiosa la revisión del sistema tributario dominicano, que por demás es regresivo y acentúa la desigualdad.
Este es el mayor desafío del PLD y su punto crítico, además de su situación interna, porque las fuerzas sociales estimuladas para su desarrollo son renuentes a distribuir riquezas para la inclusión social, por ser ideológicamente aún precapitalistas. Más bien, buscan controlar el gobierno asumiendo las posiciones más sensibles y de influencia en la gestión de mando.
