Me sorprendió y ha llamado la atención de otros la criticidad del señor Sixto Peralta, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Puerto Plata, en el acto de apertura de la III Feria Agropecuaria, Turística y Comercial de la Región Norte, celebrada la semana pasada en esa ciudad con la presencia del presidente Danilo Medina.
Sixto Peralta recordó un documento que se le entregó a Medina en los primeros meses de su gestión en el que se enumeraban diferentes temas que debían ser atendidos por el Gobierno. Recordó que casi todos los aspectos abordados “tenían su origen u obtendrían su solución en la calidad de la gestión de los funcionarios públicos, nombrados y elegidos, y en la articulación que se pudiera lograr entre el sector público y el sector privado”, y eso se le explicó al Presidente.
Peralta relató que a Medina se le dijo; “en ese momento que Puerto Plata no es pobre, sino que ha sido pobremente administrada, por lo que la petición fundamental que le hacíamos era que pusiera atención a la calidad de la gestión”; y 30 meses después los cambios han venido principalmente desde la Presidencia y el Ministerio de Turismo. Más adelante destaca: “Hoy sabemos que Puerto Plata y toda la Región tienen tanto que aportar, tanto que entregar, que fue un desperdicio imperdonable de quienes nos dirigieron y administraron…”.
Señaló al Presidente que como ahora tendrá más tiempo al frente del Gobierno, “tome el toro por los cuernos” y haga que “la esperanza sea más concreta, más fuerte, más vigorosa” acogiendo los temas que le fueron planteados en una comunicación entregada recientemente; y a continuación entró en la parte más crítica: “Señor Presidente, de las vacas sagradas se hacen las mejores hamburguesas. Bendíganos acompañándose de sus mejores colaboradores en nuestra zona. Cuídenos de los que encubren su verdadero rostro. Todavía quedan algunos de ellos con caras de beatos y uñas de gato”.
El discurso sorprende porque Peralta representa a sectores que han cohabitado o callado ante las irresponsabilidad y la corrupción imperante en importantes ámbitos del “liderazgo” de la provincia. Quizás ahora, desde estos altares, se escuchará el reclamo por la complicidad de los políticos y la Justicia local con la dilapidación y robo de los recursos municipales de Cabarete, por el silencio de las autoridades ante los reclamos para poner coto a la prostitución en Sosúa, o por la criminal depredación del cauce de los ríos Yásica y Veragua, el exterminio de los manglares de La Boca, o la destrucción de las dunas de la playa de La Lometa. Estoy felizmente sorprendido por el cambio de actitud y la petición de Sixto al Presidente.
