El Gobierno dominicano comenzó a mover fichas para evitar una pérdida anual de 400 millones de dólares por la prohibición, vía terrestre, de la importación de 23 productos que decidió Haití.Primero, ayer en la mañana la Cancillería le envió una nota diplomática al Gobierno haitiano, a través de su embajada en el país, recordándole las violaciones que han incurrido con esta medida y el impacto que tendrá entre ambas naciones. Y segundo, República Dominicana puso la prohibición al conocimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y está ponderando llevar a Haití al Órgano de Solución de Diferencias de ese organismo internacional, que podría ordenar que el vecino país deje sin efecto su decisión.
Los ministros de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, y de Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón, explicaron que fue el pasado 29 de septiembre cuando el Comité de Acceso a Mercados de la OMC debatió la prohibición haitiana, a sugerencia de la misión dominicana en Ginebra. Navarro destacó que en ese debate República Dominicana recibió el apoyo de varios países de la región.
“La República Dominicana más que sanción lo que busca es que la OMC ordene el levantamiento de esta medida, a través del Órgano de Solución de Diferencias, o que en la acción diplomática, de manera unilateral, así como lo aplicó Haití pueda considerar su levantamiento”, sintetizó el ministro de Industria y Comercio.
Del Castillo Saviñón explicó que la veda podría significar una pérdida anual para el país de US$400 millones y que, además, Haití sufriría devastadoras consecuencias en su comercio. “Para que tú tengas una idea, la República Dominicana, en el caso de la harina, suple el 60% del consumo haitiano. La mayoría de estos productos, cuando ves el listado, nosotros somos los principales suplidores mundiales de Haití”, recalcó. La lista de 23 productos representa el 33% del intercambio comercial que tiene el país con Haití.
Del Castillo Saviñón no cuestionó el derecho de Haití para decidir sobre su comercio. Lo que sí recordó es que entre países la actividad está regulada por acuerdos internacionales, de los cuales ambos estados han sido signatarios. “Si lo que quiere Haití es una mayor formalización del comercio en mi opinión esta es la peor medida que pudo haber tomado para eso, porque en la práctica lo que va a incentivar es el aumento del contrabando que ya representa cerca del 70% del comercio que tenemos en la frontera”, señaló el ministro.
Navarro rehusó referirse a “asuntos domésticos”
Los periodistas cuestionaron los orígenes de esta medida: que si la prohibición era una retaliación contra la política migratoria o si se trataba de una movida política para favorecer al candidato presidencial de Michel Martelly, como reportó un diario. Navarro respondió que en ningún caso asumiría una posición para dañar a otro país, sino en consonancia con los intereses nacionales y que no tenía opinión sobre “asuntos domésticos” de Haití.
