Escuela albergue en condiciones deplorables

Santiago. Los 486 estudiantes de la escuela albergue Infantil Santiago Apóstol reciben docencia apiñados en espacios con un avanzado nivel de deterioro, con grietas y filtraciones.

Santiago. Los 486 estudiantes de la escuela albergue Infantil Santiago Apóstol reciben docencia apiñados en espacios con un avanzado nivel de deterioro, con grietas y filtraciones.El pasado jueves durante su visita a esta ciudad, los maestros y personal administrativo mediante cartelones solicitaron al presidente Danilo Medina la construcción de una nueva instalación. La escuela semi-estatal funciona con un patronato que preside el exdiputado Ramón Pichardo, donde imparte desde el pre-primario hasta octavo grado en dos tandas y cuenta apenas con solo trece aulas.

“Desde 1958 funciona como un albergue y en 1982 como escuela. Como era una casa de la familia Trujillo hay espacios muy estrechos como las habitaciones, en la que metemos hasta 38 niños”, expresaron Emilia Ortiz y Marcia Ramos, directora administrativa y docente respectivamente. Aunque en el conversatorio con el mandatario, el pasado jueves, éste les prometió tomarlos en cuenta, esperan sea agilizado el proceso.

Los estudiantes reciben clases en cuatro espacios poco adecuados, que cuando llueve se mojan por la falta de persianas y cuando hace sol entonces los alumnos deben aguantar el fuerte calor. Además carecen de canchas adecuadas para las prácticas deportivas.

“Nosotros hemos hablado con la gente del ministerio y se los hemos hecho saber hasta por escrito a todo el mundo, a funcionarios, al presidente de la Cámara de Diputados, al alcalde Gilberto Serulle y solo nos hemos quedado en promesas”, indicó Emilia Ortiz. En el lugar donde está ubicada la escuela, en la avenida Juan Pablo Duarte, cuenta con 17 mil metros cuadrados de terreno.

Para solventar los gastos cobran una mensualidad a los padres de los estudiantes que cuentan con cierto nivel económico, pero una buena parte de los alumnos están becados, por lo que deben recurrir a los aportes que además hacen los integrantes del patronato. Hasta la tiza que utilizan debe ser comprada por los directivos del centro, por lo que requieren de ayuda. 

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