Liderar para el cambio

Cada diciembre, muchos nos dedicamos a pasar balance sobre nuestras actuaciones, logros y fallas en el año que va terminando y, a la vez, nos trazarnos metas para el que comienza; siempre con el deseo y la esperanza de hacer las cosas de modo distinto.&#

Cada diciembre, muchos nos dedicamos a pasar balance sobre nuestras actuaciones, logros y fallas en el año que va terminando y, a la vez, nos trazarnos metas para el que comienza; siempre con el deseo y la esperanza de hacer las cosas de modo distinto. El Año Nuevo nos presenta la oportunidad de un nuevo y mejor comienzo.

De seguro la mayoría de nosotros está consciente de que las circunstancias de nuestro país, a pesar de un crecimiento económico importante, aún existen aspectos múltiples a mejorar, por lo que es tiempo que como sociedad, independientemente de que nos tracemos objetivos en el orden personal y laboral, aunemos voluntades y nos propongamos buscar y llevar a cabo acciones encaminadas al bien común.

En este sentido, vino a mi mente la conferencia TED sobre la formación de líderes, llevada a cabo por el ingeniero y economista Patrick Awuah. Nacido en Ghana, que obtuvo una beca para realizar su formación universitaria en los Estado Unidos. Luego de graduado pasó a trabajar como diseñador de software en la Corporación Microsoft y a los 30 años ya era millonario. Un evento, el nacimiento de su primer hijo, le hizo repensar en su país de origen y en las circunstancias que lo mantienen atrapado en el subdesarrollo y la pobreza. Decidió no mantenerse ajeno a esa realidad.

Tras varios días de pensar sobre el tema, llegó a la conclusión de que el principal mal de Ghana, al igual que el de todos los países en condiciones similares, se debe a la falta de un liderazgo responsable y comprometido.
No solo se refiere al liderazgo político. Entiende que el reducido por ciento de la población que tiene acceso a la educación superior en países pobres son los llamados a ser, según sus palabras, los “guardianes de su sociedad”. O sea, los profesionales de las distintas áreas son los líderes de un país.

Por tanto, la educación superior, el entrenamiento y la formación que se ofrece a los jóvenes, es clave para el desarrollo de un país. Las universidades e institutos de educación superior tienen pues el deber, no sólo de ofrecer una sólida formación académica, sino también insuflar en sus estudiantes una visión humanista para que se desarrollen como profesionales éticos, responsables, preocupados por los temas sociales y comprometidos con su país.

Con este convencimiento y con el deseo de hacer aportes concretos a su país, tomó la resolución de regresar a Ghana con su familia y fundar allí una universidad que cumple con ese cometido: la Universidad de Ashesi, especializada en formar profesionales íntegros y emprendedores, con la capacidad de enfrentar y buscar soluciones a problemas complejos y ancestrales.
Actualmente esta Universidad tiene más de diez años de fundada y ha promovido varias generaciones con una nueva perspectiva. Patrick Awuah ha sido reconocido internacionalmente por sus aportes a la educación. Este año la revista Fortune lo incluyó en la lista de los 50 líderes más importantes del mundo.

Sin duda, profesionales con una sólida formación como la que él propone, contribuirán a fortalecer las instituciones y a erradicar la corrupción, dos de los principales males que estancan el desarrollo de los países.
En República Dominicana contamos con varias instituciones dedicadas a la formación de líderes, pero podemos hacer más y este tema debe primar en la agenda nacional y sujeto a ser discutido entre las autoridades educativas públicas y privadas. Velemos porque así sea.

Pero, al mismo tiempo, creo que si como sociedad nos comprometemos cada uno a tener una conciencia más profunda del liderazgo que ejercemos en nuestras familias, en nuestra comunidad, en nuestras empresas y en general, en todas las instituciones a las que pertenecemos, haremos un gran aporte al país. Agreguemos a la lista de resoluciones de año nuevo contribuir al progreso de nuestro país. Seamos parte de la solución a este panorama tan poco halagüeño que tenemos por delante.

Mantengámonos atentos al acontecer nacional; antepongamos cuando sea necesario el bien común al personal, respetemos normas y procesos. No nos conformemos con denunciar y rumiar problemas, sino que con nuestro ejemplo inspiremos a los que nos rodean a hacer las cosas de manera correcta y sentar así las bases de una mejor nación.

A todos les deseo un feliz y próspero 2016. Tomemos todos como resolución de año nuevo: comprometernos en la búsqueda de soluciones que se encaminen a eliminar las injusticias, la marginalidad, la arrogancia, la indiferencia, la corrupción, la inseguridad, la promoción de antivalores, el chantaje.

Entender que el liderazgo no es necesariamente cuestión de autoridad sino de servicio, de ejemplo en el cumplimiento de la ley, resaltar los valores de la familia con el ejemplo y sin dudas estaremos como Patrick Awuah, contribuyendo a fomentar líderes comprometidos con un mejor mañana.

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