Santiago.-El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña llamó al pueblo dominicano a mirar bien al votar para que no sean escogidos políticos inmorales. 

Entiende que en estos comicios,  la ciudadanía debe escoger con conciencia a sus servidores públicos.

 “Si se eligen personas ineptas,  los únicos culpables somos nosotros como pueblo, por lo que invito a que se mire bien por quien se va a votar “, apuntó el obispo.

Entiende que no es posible que la población vote por el simple hecho de ser señalados por el dedo, sin que se tenga conciencia del perfil de un servidor público, que debe demostrar honestidad probada.

“No hacemos nada con personas que dicen son honestos y que luego se demuestra sobre inmorales”, apuntó Nicanor Peña.

Santiago.-El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña, llamó este martes al pueblo a mirar bien al votar para que no sean escogidos políticos inmorales. 

Peña entiende que en estos comicios, la ciudadanía debe escoger con conciencia a sus servidores públicos.

 “Si se eligen personas ineptas, los únicos culpables somos nosotros como pueblo, por lo que invito a que se mire bien por quien se va a votar “, apuntó el obispo.

Resaltó que no es posible que la población vote por el simple hecho de ser señalados por el dedo, sin que se tenga conciencia del perfil de un servidor público, que debe demostrar honestidad probada.

“No hacemos nada con personas que dicen son honestos y que luego se demuestra sobre inmorales”, apuntó Nicanor Peña.

El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano habló tras participar en la celebración de los 25 años de ser ordenado como sacerdote, el actual rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Ramón Alfredo de la Cruz Bandera.

En otro orden, dijo que está a la espera de una decisión del Vaticano para sustituir al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Recordó que ya López Rodríguez puso a disposición su renuncia como lo establece los cánones católicos, peor no fue aceptada por el Santo Padre.