La República tiene al servicio 17,000 “mujeres de armas”

Defender la integridad territorial del país, su soberanía, sostener la paz y el orden público, hace mucho que dejó de ser una cuestión eminentemente de hombres. Esas funciones, hoy por hoy, también tienen rostro de mujer, generando si se quiere&#823

Defender la integridad territorial del país, su soberanía, sostener la paz y el orden público, hace mucho que dejó de ser una cuestión eminentemente de hombres. Esas funciones, hoy por hoy, también tienen rostro de mujer, generando si se quiere un acercamiento a la idea de modificación del carácter masculino de la profesión y la práctica militar y policial, por estar asociadas a trabajos que no sólo requieren fuerza y resistencia física, sino que para acceder a ellas, se exige a sus miembros superar una serie de pruebas conocidas por su dureza y dificultad.

Angélica Rosa Durán, capitán piloto del Ejército Nacional, es uno de esos rostros. Menuda, con 36 años y 125 libras, ha hecho de la valentía su estilo de vida. Angélica ha demostrado tener agallas ante las vicisitudes de los tiempos y, sacrificando su familia, “rompiendo brazos” y literalmente, “alzando el vuelo”, se convirtió en el 2003, luego de estudiar en Estados Unidos, en la segunda mujer piloto de esa fuerza y actualmente es la única femenina en el Escuadrón de Caballería Aérea que es capitán de nave de los helicópteros OH58, Robinson 44 y Robinson 22, los tres modelos de aeronaves que opera el Ejército de la República Dominicana (ERD), en un ambiente copado de más de 100 hombres con las mismas habilidades.

Angélica, con 10 años de carrera militar, es una de las 17,489 mujeres, que con vocación de servicio, valentía, disciplina, entrega, entereza y sacrificio, forman parte activa del Ministerio de Defensa y de la Policía Nacional, donde sigue habiendo una gran mayoría de hombres, especialmente en los puestos más altos.

“Siempre, las personas que no entienden mucho de aviación me dicen: ‘y como es que tú, tan flaquita, manejas eso’ y les digo que no es cuestión de fuerza, sino de habilidad”, afirma la esbelta rubia de 5.5 pulgadas que entró al Ejército en el 99 inspirada por una de sus hermanas, que es coronel médico.

“Cuando iba con ella al Hospital Central (de las Fuerzas Armadas) me encantaba que le dijeran comandante y yo quería que me dijeran así a mí también”, asegura la oficial subalterno, que además de tener una amplia trayectoria militar, es egresada de la carrera de Publicidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde se graduó en 2008.

Aunque admite que por ser mujer en ocasiones ha sido discriminada en las filas, donde le han puesto sobrenombres que van desde peluche, muñequito, Barbie, rubito, mini hasta la mascota, afirma que ser perseverante y el amor por lo que hace, la han mantenido firme.

“Cuando yo llegué, ya recién graduada a hacer misiones a Santo Domingo, me tocó ir de copiloto con un funcionario a llevarlo a Santiago y cuando ese funcionario vio que yo era la copiloto, le dijo al capitán de la nave que yo no podía ir, y a mí me bajaron y se llevaron a un hombre para ese servicio. De ahí en adelante ha sido todo un demostrar, un ser persistente y demostrar que las mujeres podemos, que tenemos las mismas habilidades, a veces, hasta un poquito más que los hombres”, apunta, quien es la menor de 10 hijos de un matrimonio católico.

Sin embargo, Angélica asegura que aliarse al grupo de los “machos”, en vez de sentirse la “súper woman”, le ha dado buenos resultados y define a su equipo como “una cofradía”, una familia, que se ha convertido en su vida.

“Siempre es un reto, ya que debo demostrar día por día un porcentaje más que el de mis compañeros de armas, por lo que me he ganado el respeto de una hermandad donde me siento cuidada y protegida”, dice.

Ni el haber perdido a su esposo, también piloto, en un accidente de helicóptero hace seis años, ha hecho decaer el espíritu de superación y valentía de esta mujer, que personifica la cuota femenina en el Ejército de la República y que es definida por su jefe inmediato, el coronel piloto Ricardo Castillo Terrero, comandante del Primer Escuadrón de Caballería Aérea, como una “excelente oficial” que ha desarrollado misiones de rescate, observación y de transporte, en Haití y toda la geografía, sin ningún tipo de novedad.

Angélica es un referente para las oficiales académicas del Ejército Scarlett Yanith Santana Rosario y Kenia Montás Mendosa, de 21 y 23 años, respectivamente, las únicas dos chicas, también de agallas, que forman parte de un grupo de 14 alumnos de aviación que están bajo la responsabilidad de Castillo Terrero.

Composición de las FF.AA. y PN

Hay una cantidad aproximada de 11,189 mujeres en las Fuerzas Armadas dominicanas, la mayoría de ellas en la Fuerza Aérea que está compuesta por alrededor de 5,000, según la Dirección de Asuntos Civiles y Relaciones Públicas del Estado Mayor Conjunto del Mide, que dirige el coronel Darío Antonio Brito (DEM), quien resalta que ese personal femenino se está desempeñando en todas las áreas o dependencias de las FF.AA., desde las más complejas como escuadrones para pilotos, infantería, escuadrón de paracaidismo, en las áreas de seguridad hasta las tradicionales dependencias como hospitales, jurídica, recepcionistas, entre otras.

Una de esas funciones complejas las desempeñó precisamente Dahiana González, teniente coronel de la FARD, quien lleva un año y medio trabajando como Encargada de Seguridad del Despacho de la Primera Dama. Con Cándida Montilla de Medina empezó a laborar como Sub-Encargada y jefa de la Avanzada Militar y a los tres meses fue promovida.

“En mi vida militar he alcanzado muchas de mis metas, pero tuve que trabajar duro y dedicarme a lo que en realidad he logrado hasta hoy, para no ser una más del montón. A la unidad que pertenezco, que es el Comando de Fuerzas Especiales, le agradezco por ser mi escuela”, asegura Dahiana, quien es divorciada, madre de una niña de dos años, buzo de rescate, miembro del equipo de caída libre Tigres Dorados del Comando de Fuerzas Especiales, roles que alterna a la perfección, según cuenta.

En la Armada Dominicana la cuota femenina es actualmente de 2,189, de las cuales hay 19 guardiamarinas, que es el equivalente de cadetes en otras instituciones castrenses, dos se encuentran en Venezuela y una en Honduras en entrenamientos especiales. Es la primera vez en la historia de la institución que en la academia naval se gradúan guardias marinas. En tanto que la presencia femenina en el Ejército supera las cuatro mil damas.

“Con relación a los rangos me permito decir que de general hacia abajo hay personal femenino en todos los rangos. Tenemos oficiales generales en ambas instituciones, más de 300 oficiales superiores y más de 1,000 oficiales subalternos”, sostiene el coronel Brito, quien agrega que desde el 2002, cuando comenzó a permitirse el ingreso de personal femenino a las academias del ERD y la FARD, se han graduado aproximadamente 100 oficiales.

En los últimos dos años, aproximadamente 150 mujeres del Ejército y 50 de la FARD han salido del país a capacitarse en diferentes países como EE.UU., Francia, España, Canadá, Brasil, Taiwán, Venezuela, México, Chile y Colombia.
Aunque el ingreso de mujeres en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tiene una historia accidentada, la mayoría de ellas fueron reclutadas bajo la categoría de “asimiladas”, civiles que trabajan en diversas especialidades profesionales.

Ana Matos Féliz, coronel del Ejército Nacional y directora de la Oficina de Equidad de Género y Desarrollo del Ministerio de Defensa, dice que la participación de la mujer en las Fuerzas Armadas comienza en los años 80. Sostiene que aunque de manera lenta, en la República Dominicana cada vez hay más inclusión. Afirma que, poco a poco, las mujeres de la milicia se van integrando en áreas de toma de decisión fortaleciendo así la imagen del Ministerio de Defensa tras una historia de gobiernos autoritarios.

“Hoy tenemos mujeres ocupando posiciones de comando, porque ya son egresadas de las academias militares. Están diseminadas a nivel nacional, en la frontera, en todos los cuerpos especializados, es decir, que la presencia de la mujer en las filas militares hoy en día es notoria, ¿que falta mucho por hacer?, sí, como en todas las organizaciones, pero los pasos se están dando”, precisa Matos Féliz.

La PN está compuesta en un 17% por mujeres

La plantilla de la Policía se sitúa en 35,500 efectivos, 6,300 (17%) son mujeres que desempeñan labores en áreas como las operativas, administrativas, investigativas y educativas.

“Antes la Policía estaba limitada. Nosotras podíamos desarrollar nuestra labor solo en el área administrativa, trabajos que no conllevaban un mayor esfuerzo y un mayor despliegue, pero ya los tiempos han cambiado”, afirma la general de brigada, Teresa Martínez, directora de la Unidad Especializada en Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, quien por sí misma se constituye en un ejemplo con más de 30 años de trayectoria. Fue directora de la Policía Comunitaria, encargada de la cárcel de Najayo-Mujeres y la primera mujer en comandar la seguridad de la Zona Colonial.

Testimonios

Llevo seis años y cinco meses en la institución. He recibido un trato igualitario. Me motivé a entrar por mi esposo, que también es marino”.
Denia Esther Lebrón de Óleo
Marinera auxiliar

El reto que enfrentan las féminas en las filas de la Policía Nacional está de cara a un mayor empoderamiento”.
Teresa Martínez
General de brigada de la policía

Mi familia no quería que yo fuera militar. Decían que eso no se hizo para mujeres, pero al final les demostré que sí podemos. Luego me apoyaron”
Scarlett Santana Rosario
Oficial académica del ERD

Luché mucho contra el machismo hasta que se entendiera que las mujeres con disposición pueden llegar”.
Dahiana González
Teniente coronel paracaidista de FARD

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