Santiago. El consumo de agua contaminada es el denominador común en las comunidades que registran mayor número de pacientes con síntomas sospechosos de cólera.Desde el pasado viernes, 30 personas han sido ingresadas en la unidad especializada del hospital José María Cabral y Báez y de estas 17 ya fueron despachadas. Los internos provienen de comunidades como La Canela, Hato del Yaque, Villa Bao, Navarrete y Villa González, según informaron las autoridades sanitarias. En el distrito municipal de Hato del Yaque tiene un mes sin recibir agua potable.
Entre los afectados figuran Pascuala Rosario Almonte, del barrio La Ceibita del sector Cristo Rey, al sur de Santiago. Su hija, Ana Dolores Almonte, atribuye los problemas diarréicos a la mala calidad del agua que consumen, que desde hace varios días está llegando turbia y con hedor. En el caso de Villa González, el vital líquido que toman sus moradores proviene del canal de riego Ulises Francisco Espaillat.
Desde hace diez años, la comunidad de Hato del Yaque, donde se han presentado varios casos sospechosos de cólera, ha venido reclamando de las autoridades del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (INAPA), el suministro de agua de buena calidad, debido a los problemas de salud que han presentado decena de personas, al consumir agua contaminada que les venden en camiones-cisterna.
Un estudio realizado por la Universidad ISA establece que el agua que llega a los grifos presenta partículas extrañas. Mientras, residentes en la zona, como la dirigente comunitaria Aracelis Martínez, dicen que incluso han encontrado gusanos e insectos.
También en la comunidad de La Canela, la mayoría de las familias toman agua del canal de riego a pesar de los altos niveles de contaminación. Allí se han presentado constantemente casos de problemas diarréicos y vómitos. En ambas comunidades han acudido a todo método de lucha para demandar agua de calidad.
