“Siete Días con el Pueblo marcó la lucha por salir de un régimen”

El ícono de la música de corte social Ramón Leonardo, uno de los creadores del movimiento de la nueva canción joven en el país, se considera un hombre con principios y con valores gracias a que fue observando las señales que Dios le iba dando…

El ícono de la música de corte social Ramón Leonardo, uno de los creadores del movimiento de la nueva canción joven en el país, se considera un hombre con principios y con valores gracias a que fue observando las señales que Dios le iba dando en el camino.

Ramón Leonardo Blanco Quezada, nombre de pila del artista, además de la música tiene una inclinación por la política y las luchas sociales, y es precisamente ese interés que lo lleva hoy día a aspirar a la Alcaldía de Santiago por el Partido de Unidad Nacional, porque considera que la ciudad está al borde de un colapso social, y debe dar un paso al frente para evitarlo, aceptando una vez más los designios que Dios tiene para él, ya que alega fue un llamado que le hizo.

Hoy, el Cantor de la Patria y activista social que el año pasado se vio en un delicado estado de salud que llamó la atención del país cuando se solicitó ayuda a través de las redes sociales para costear su tratamiento, y que elCaribe se hizo eco, abre las puertas de su corazón para hablar de los momentos inolvidables de su vida, los que considera son la suma de lo que es hoy día.

“ Toda esa suma de detalles, de momentos que han dejado una marca; sin Jesús, Ramón Leonardo hubiera sido un desastre aún con buena familia. Hubiera sido un cantante más andando por ahí, quizás alcoholizado o quizás un vividor del gobierno”, considera.

1. Escapar de casa siendo niño
A los 13 años me escapé de mi casa porque hice una travesura escolar. A mí me gusta mucho el agua, inclusive practico buceo, y cuando inauguraron la primera piscina pública aquí, en el Hotel Matum, dije: tengo que ir a bañarme para allá, y duré cinco días que no iba a la escuela. El viernes, cuando me dieron el boletín de notas, decía: su hijo no ha venido a clases durante toda la semana, y me dije: ¿cómo entrego esto a mis padres?, me voy de la casa. Hablé con un amigo, y le dije vamos para Nagua, me dijo que sí y quedamos de juntarnos el domingo a las seis de la mañana; eran las 6:10 y no llegaba y me fui solo en bicicleta. A las 12:30 del día llegué a San Francisco de Macorís, allí había un mitin de Manolo Tavárez Justo, que a esa edad me fascinaba, porque mi padre había llevado a la familia a un mitin a la Plaza Valerio, y cuando lo oí hablar me impactó mucho. Pues bien, me encontré con él en un parque y ahí me entretuve una hora y media. Cuando llegué al Pozo, antes de Nagua, me extravié, las indicaciones del mapa no coincidían con los letreros, y perdí par de horas; allí me dieron alojamiento, luego me fui a Nagua, ahí duré tres días y mis padres me encontraron. Yo llegué a un puente buscando agua. Habían tres niños de mi edad y me dijeron: vale tírese, le conté mi historia y uno de ellos me llevó a su casa y su mamá reconoció que tenía un problema e imaginó que mis padres me iban a buscar, y me dio alojamiento. Dieron con mi paradero porque le había contado a unos amigos de la escuela que me iba a ir para Nagua. Eso tiene algo importante en mi vida, porque a los trece años encontré alguien que se iba a ir conmigo y se echó para atrás y me dejó solo, y yo tomé la decisión de seguir hacia adelante, eso ha sido una marca en mi vida; es decir, las cosas que decido al azar, y creo que ahí comenzó la primera experiencia, me tocó decidir si esperar o irme solo, en ese momento no lo dudé.

2. Cinturón Negro
Cuando me entregaron mi Cinturón Negro de karate chino, yo era Cinturón Negro de karate estilo coreano, pero para mí fue muy importante conseguir el cinturón negro en otro estilo, en este caso Kung fu, y practicando aquí en República Dominicana. El primero lo conseguí en Estados Unidos, porque me lo dio el sifu Joaquín de Moya, que fue alumno mío en el estilo coreano. Después yo me fui a Estados Unidos y él consiguió un maestro en kung fu, cuando regresé tomé clases con él, y él fue que me entregó el Cinturón Negro; lo más interesante es cómo se dio el relevo, el intercambio de profesor-alumno, alumno-profesor. Yo tenía 17 años para ese entonces, pero que me lo entregara él, que ahora mismo está en el salón de los inmortales del karate, fue un intercambio para mí inolvidable.

3. Preso por vez primera
Un momento inolvidable fue cuando fui a la cárcel por primera vez, fue en el Ensanche Ozama, el mismo día que habían prohibido la canción de Francisco Alberto; porque cuando estaba cantando la gente comenzó a pedir ese tema, lo pensé brevemente, y dije: bueno, como la prohibieron hoy no van a estar atento a eso, y comencé a cantarla. Cuando iba por la mitad, entraron los guardias por la puerta y cruzaron por el salón. La gente se alborotó, y ellos me dijeron: usted está detenido por cantar canciones prohibidas. Me llevaron al cuartel, pero cuando estaban tomándome los datos viene alguien y dice: ahí viene un montón de gente para acá, entonces el teniente dijo: agárrenlos a todos y tránquenlos, ahí estaba Napoleón Veras, que cayó preso ese día conmigo, y allí pasamos la noche. Para mí fue inolvidable la experiencia porque fue la primera vez que experimenté algo, que después experimenté muchas veces. La solidaridad del pueblo con Ramón Leonardo, con el artista, eso lo recuerdo siempre como un testimonio de la solidaridad de los dominicanos, de mis admiradores que no se quedaron sentamos en el bar, sino que cogieron para allá para que me soltaran y cayeron presos conmigo.

4. Poema de Pedro Mir
Cuando presenté, junto al grupo Expresión Joven, el poema “Hay un País en el Mundo” de don Pedro Mir en Casa de Teatro; lo inolvidable y emocionante es que allí estuviera presente Pedro Mir, escuchándolo y dándole el visto bueno. Desde ese día me dijo: puedes cantarlo donde quieras, tienes mi aprobación. Y ahora, lo estamos montando para hacer un musical, para presentarlo este mismo año. Pero fue inolvidable porque don Pedro estaba muy emocionado y estoy seguro que esa canción va a sobrevivir, porque es muy contagiosa y está subdivida en segmentos. Emocionante tener a don Pedro Mir allí, que todavía no era el Poeta Nacional, pero era el símbolo de la poesía dominicana.

5. Reencuentro con Jesús
El día que me reencontré con Jesús es una huella imborrable. Mi padre había enfermado gravemente, y yo vengo de una familia cristiana católica, pero cuando comencé a cantar me alejé de la iglesia, no de Dios. A mi padre le dio un derrame cerebral, lo internaron y creíamos que se nos iba, y él fue siempre un dirigente de los cursillos de Cristiandad muy importante, y todos esos hermanos cursillistas iban a la clínica y decían: estamos orando por ti, y amanecían algunos en la clínica; y yo sentí aquella presencia, que aquel derroche de gracia que estaba cayendo en la clínica me tocó profundamente, era algo que yo iba sintiendo y cuando a mi papá le dieron el alta, le dije: papi ha habido dos sanaciones: la sanación tuya y la sanación mía, porque de una manera u otra tu situación de enfermedad, las oraciones de la gente y testimonios me han tocado a mí. En ese momento comencé a trabajar otra vez en la iglesia, inclusive me retiré del canto romántico y duré 15 años con un ministerio, con programas de radio, de televisión, predicando, hasta que me divorcié; pero ese momento es inolvidable porque marcó mi vida, a partir de ese día ya no era el mismo. Yo siempre le digo a la gente que cuando yo era teenager cantaba en grupos juveniles, pero nunca me habían presentado al jefe de la obra: a Jesús, lo conocí a Él en esa situación.

6. Primer hijo e hija
El nacimiento de mi primer hijo es un día inolvidable, y el de mi primera hija, no lo puedo separar aunque son cuatro, pero el primer hijo es importante e inolvidable. Le hice su traje de karate y su cinturón negro de nacimiento. Aprendió karate y lo dejó, un día dijo: no voy a hacer esto más ya, me zafé de papá; es un día inolvidable para mí, yo comenzaba apenas a cantar, tenía como tres o cuatro meses, y adquirí un compromiso, una experiencia de padre, y ha sido un hijo extraordinariamente maravilloso; ya me había conformado con tres varones, entonces cuando el ciclón David me ofrecieron cantar en España, y como estaba todo tan devastado y paralizado en la capital, vendí todo y me fui con mi familia para allá, allí estuve trabajando, y mi esposa no se había preparado, porque yo me iba a hacer una vasectomía y la embaracé allá, a los siete meses regresamos y vino la hembra, que ha sido una bendición de Dios, porque pensé que no la iba a tener nunca. Ha sido muy revolucionaria, al estilo de su padre, muy rebelde, se casó sin que yo lo supiera.

7. Siete Días con el Pueblo
Indiscutiblemente, mi participación en Siete Días con el Pueblo no puede faltar. Fui parte fundamental de ese evento, porque realmente el evento se hace porque existe Ramón Leonardo y existe Expresión Joven, que se creó todo un movimiento de nueva canción joven en el país, y la coyuntura política era noticia para un evento de esa magnitud gracias a nuestro trabajo artístico; nosotros servimos de anfitriones de los artistas y nunca pensamos que iba a ser tan extraordinario. Realmente lo que pasó en esos siete días fue de un impacto tan tremendo para el gobierno de turno, que era el de Joaquín Balaguer, que terminando el evento le dio 24 horas para que todos salieran del país y le puso impedimento de entrada, y ahí se recrudeció la persecución. Para mí ese evento es inolvidable porque marcó una época en una coyuntura determinada y jugó un papel político para el país, comenzó el declive de Balaguer. Este fue un evento que marcó una lucha de un pueblo por salir de un régimen.

8. Preso en Loma de Cabrera
El día que caí preso en Loma de Cabrera es muy especial. Caer preso allí tuvo dos significados inolvidables: primero porque caí preso el miércoles e inauguraron Siete Días con el Pueblo el jueves, y no pude estar en la inauguración porque estaba preso; pero también tuvo algo muy especial, porque cuando participé, casi al terminar de cantar, mi hermano se me acerca y me dice: Ramón estamos rodeados de policías, y le dije, coge unas fotos que hay en el carro y repártelas para yo comenzar a firmar y ver si logro llegar al carro, me monto y nos vamos, y así lo hicimos. Yo nunca había firmado tantos autógrafos en mi vida. Llegué al carro y ahí me dijeron: usted está detenido, entonces qué pasa, que donde me iban a llevar, al cuartel de la policía, era muy frágil, entonces me llevan de ahí caminando hasta la fortaleza y la gente comenzó a ir detrás de mí, gritando que me soltaran, y los guardias comenzaron a golpear gente y a trancarla; pero lo inolvidable para mí no es la prisión y la fecha de Siete Días con el Pueblo, sino que yo siempre he analizado que saliendo de ahí la gente pudo haberse ido a su casa y decir agarraron a Ramón preso; pero la gente no se fue, se fue detrás de mí y una gran parte de la gente cayó presa conmigo. Es una solidaridad que por segunda vez ocurre; la primera en el Ensanche Ozama, y la segunda en Loma de Cabrera, y nunca lo he olvidado por eso.

9. Solidaridad
También recuerdo la solidaridad del pueblo cuando tuve la situación de salud. Yo siempre he dicho que el artista tiene dos cosas: tiene un momento de fama, que es como la neblina, que según el sol va saliendo se evapora; y la fama a veces a unos les dura más, a otros menos; a algunos les dura un disco, a otros dos o más discos, pero hay otra que permanece, que es la popularidad, que es la que tú siembras en el corazón de la gente, y en ese sentido no hay un artista, ni orquesta ni mucho menos solista que haya andado el país como lo anduve yo; entonces, esa siembra es la popularidad, porque toda esa gente está ahí, tienen mi edad; entonces cuando la gente se enteró de mi enfermedad por las redes sociales, toda esa gente reaccionó, y se dijo: ¿ cómo es posible que Ramón no tenga respaldo para cubrir los gastos de esa enfermedad?. A veces uno cree que la gente se ha olvidado, y me di cuenta que no, que la gente se acordaba de aquel que fue a su pueblo y le cantó, no solo canciones de amor, sino canciones sociales, porque en esa época estaba el momento de oro de la lucha en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la universidad era un centro de conciencia nacional, y los grupos estudiantiles de todos los pueblos me llevaban a sus pueblos. Entonces, esa situación crea ese doble efecto: romántico, pero al mismo tiempo social. Ver cómo la gente reaccionó me sorprendió, pero después lo comprendí. Esa es la verdadera popularidad que nunca pasa, y quedará ahí, yo moriré y de generación en generación quedará siempre algo, que el padre le cuenta al hijo, el abuelo al nieto…

10. Aspiración
El día que decidí ser alcalde de la ciudad de Santiago estaba acostado en la cama, en ese proceso de enfermedad. Tenía quince días internado con posible operación del colon, y ante ese proceso, que yo vi cómo la gente reaccionó y recordó a Ramón Leonardo y sus luchas, le dije a mi hermano que estaba ahí: yo voy a lanzar mi candidatura a la Alcaldía de Santiago. El me dijo: tú estás viendo en la situación en que estás para estar pensando en eso. Pero no fui yo, yo soy un hombre cristiano, yo sentí que Dios puso en mi mente eso: lanza tu candidatura a la Alcaldía, tú te vas a levantar de ahí y lo vas a hacer, y yo me levanté. Después, un día, estando en la casa solo el Señor me lo recordó: te recuerdas que tú vas a ser alcalde de Santiago. Me paré, cogí el celular y gravé un mensaje de tres minutos: He decidido presentar mi candidatura a la Alcaldía porque Santiago está al borde de un colapso social, y por lo tanto yo voy a dar un paso al frente; si aquí hay un partido serio, aquí hay un candidato serio, vamos a ver quién da el paso, quién me apoya, y lleva 41 mil reproducciones de ese video. En este momento tenemos una página oficial, donde registramos la gente que quiere apoyarme, tenemos 67 mil personas registradas apoyándome, tengo mucho más gente que lo que tiene Abel, Serulle, ellos tienen muchas vayas, pero yo tengo gente a través de las redes. Tenemos 67 mil personas registradas. Pon tú que el 50 por ciento se arrepienta, todavía quedan 30 mil, pero con treinta en la tabulación de Facebook, cada votante vale por dos o tres votos, o sea que aun treinta mil, vale por noventa mil, quiero decir las posibilidades. El día que yo tomé esta decisión fue iluminada por Dios, todavía me pregunto qué yo hago en esto. La gente me dice: tú no sabes en lo que te estás metiendo, pero yo sí sé lo que busco. Voy a resolver el problema de la basura, el tránsito, la vivienda, la pobreza; claro, eso no se hace fácil, porque el día que Dios me iluminó me recordó algo, y es que la única forma de resolver los problemas de Santiago es creando un colectivo santiaguero, que todos los ciudadanos se comprometan con mi programa, y lo voy a llevar a referéndum para, entre todos, decidir qué hacer.

Diversión
“Me gusta mucho el agua, inclusive practico buceo, y cuando inauguraron la primera piscina pública aquí, en el Hotel Matum, dije: tengo que ir a bañarme para allá, y duré cinco días que no iba a la escuela”.

Cristiano
“El día que me reencontré con Jesús es para mí una huella imborrable. Mi padre había enfermado gravemente, y yo vengo de una familia cristiana católica, pero cuando comencé a cantar me alejé de la iglesia, no de Dios”.

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