El embajador dominicano en España, Aníbal de Castro, reaccionó ayer “sobrecogido” por los relatos que revelan la deshumanización en que ha caído el sistema de salud en la República Dominicana. Y planteó reformas legales que posibiliten sanciones duras para quienes nieguen los servicios de salud en situaciones graves en las emergencias de las clínicas.
De Castro, periodista de larga experiencia, que fue director de Última Hora, revista Rumbo y director fundador de Diario Libre, envió una comunicación al director de elCaribe, Osvaldo Santana, después de leer su denuncia acerca de la negación de servicio médico de que fue objeto su madre por la ARS Humano. A continuación la carta del embajador:
“Mi querido amigo:
Leí tu artículo esta mañana y quedé sobrecogido por la deshumanización en que ha caído nuestro sistema de salud, incluido el privado. No entiendo cómo una clínica pide autorización para internar una paciente en las condiciones de tu madre, cuya avanzada edad de por sí era ya un síntoma médico preocupante. Hay que aprovechar el momento para proponer reformas legales sobre el tema y, además, que la inobservancia de las mismas conlleve consecuencias duras. Esa ley a la que ahora se aduce sobre la obligatoriedad de atender los casos de emergencia tiene una génesis similar a este momento: ocurrió cuando el cuñado del cardiólogo Bernardo Defilló murió porque se le negó atención en un centro de salud.
“Para comenzar, toda prestadora debe ser obligada a cubrir casos como el de doña Manuela sin necesidad de permiso previo, siempre y cuando la urgencia esté avalada por un facultativo. En todas partes se cuecen habas, y a Obama se le debe mucho en materia de reforma sanitaria. Por ejemplo, una de las previsiones en la nueva seguridad social que logró el presidente norteamericano es significativa: a nadie se le puede negar el seguro de salud por una condición médica previa. Así como hay rebotes en las clínicas, los había en los EE.UU. con quienes presentaban alguna patología y demandaban un seguro. Aquí en España no es diferente. Rehusaron renovarme mi póliza de salud sin explicarme las razones, pero me enteré extraoficialmente que la edad fue el factor determinante. Conseguir otra póliza me ha costado, tanto en términos de esfuerzos como de dinero.
“El mundo de la salud es complicado no solo por la naturaleza cambiante de las dolencias, sino también por la manera de atenderlas. Gran Bretaña resolvió el problema con la socialización de la medicina: todo el mundo tiene derecho a la asistencia médica, incluso los extranjeros. Cuando era estudiante y posteriormente embajador allá, tenía acceso a servicios de salud gratuitos en el sistema público al que incluso van los ricos. Aquí en España la seguridad social cubre a todo el mundo y no se niega atenciones a los inmigrantes indocumentados. Los diplomáticos, sin embargo, no estamos cubiertos”.
